El premio Nobel de Literatura 2010, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, calificó de insignificante y ridículo el debate que se ha generado entorno al denominado triángulo terrestre (territorio peruano de 37 mil metros cuadrados ubicado entre el paralelo del Hito 1 y el punto de la Concordia que establece la frontera con Chile, según el tratado de 1929).
“Esa es una pelea tan insignificante, que con un poco de buena voluntad eso se va a resolver. Son dos manzanas. Es ridículo. Con un mínimo de buena voluntad de parte de los dos gobiernos, eso se resuelve”, señala Vargas Llosa en una entrevista concedida al diario chileno “La Tercera”.
Como se recuerda, el pasado lunes, la Corte Internacional de Justicia de La Haya estableció los límites marítimos de Chile y Perú, otorgándole a este último cerca de 50 mil kilómetros cuadrados de zona marítima. Para llegar a ello, la Corte estableció que el límite marítimo se iniciaba en el paralelo que atraviesa el Hito N° 1. Esto genera cerca de 200 metros de costa seca en el extremo sur de la costa de Tacna. Sin embargo, el Gobierno de Chile considera que ese espacio territorial es suyo.
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El escritor peruano resaltó la importancia de que ambos países resuelvan sus diferencias limítrofes por la vía pacífica. “Chile y Perú tienen tantos desafíos por delante que es más fácil trabajar de manera amistosa. Hay que mirar adelante y olvidarse de lo que ha quedado atrás”. Agregó, en ese sentido, que confía en que entre Chile y Perú “va a pasar lo mismo que ocurrió con Perú y Ecuador”.
Vargas Llosa, asimismo, destacó la reunión que sostuvo hace unos días el presidente Humala con su par Sebastián Piñera en La Habana, Cuba. El escritor afirmó que esa cita demuestra la “búsqueda de armonía y la reconciliación”.
“Los dos países desde un principio fueron categóricos. Los dos aceptaron la instancia de la Corte y prometieron acatarla, y de hecho lo están haciendo. Siempre hay gente que quiere buscarle tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro”, señaló.
Respecto a la situación por la que atraviesa Tacna, el premio Nobel indicó que espera que “el gobierno peruano de alguna manera compense esta situación con inversiones importantes en Tacna. Para eso sí que habrá una presión de la opinión pública”.