El ex presidente Alan García sostuvo que para él “no es ningún castigo o deshonor estar 18 meses en el Perú”. Lo dijo en relación a la orden de impedimento de salida del país que dictó hoy en su contra el Segundo Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria Anticorrupción.
Tras conocer la decisión judicial, solicitada por el fiscal José Domingo Pérez para garantizar su presencia en la investigación que se le sigue por la licitación de la Línea 1 del metro de Lima, el ex mandatario aseguró que recién ahora se ha enterado de que Odebrecht pagó la conferencia que él dio en el 2011, en Sao Paulo.
“En ese momento nadie sabía que había una caja B. ¿Quién sabía que Odebrecht era un sindicato empresarial que estaba corrompiendo a medio mundo en el continente”, cuestionó.
El ex gobernante dio a entender que hay una persecución en su contra. “Hay quienes necesitan hacer una hoguera y quemar como una bruja a Alan García”, dijo y añadió que todo eso es para “distraer al Perú de lo fundamental que es su situación de empleo, de anemia, precios y falta de crecimiento”.
Finalmente, expresó que no tiene duda de que más adelante la fiscalía también pedirá la prisión preventiva en su contra.
“Esto es una escalada [...] sé que para eso se está ofreciendo beneficios a cualquier delincuente para para que pueda incriminar sin ninguna prueba a Alan García”, aseguró.