El abogado de Alan García, Erasmo Reyna, afirmó que a su patrocinado “le entusiasma, Dios mediante” la posibilidad de lograr el asilo en Uruguay. Si ello ocurre, agregó, el ex presidente podría quedarse en dicho país.
La defensa legal del ex presidente indicó que García está de “buen ánimo”, pero lamentó que a diario “un grupo muy numeroso de integrantes de partidos de extrema izquierda, de oficialistas e incluso de congresistas” hagan “bulla y revuelo”.
Alan García, en una carta pública, manifestó que durante los años 2011, 2013 y 2016, ha sido objeto de investigaciones, pero que no se le ha encontrado algún ilícito como funcionario público.
“Pero ahora, para vincularme con algún hecho se utilizó una de las 36 conferencias mundiales que he dictado como expresidente, la sostenida en São Paulo argumentando que ella había sido pagada indirectamente por Odebrecht, y presumiendo, sin prueba, que ese dinero provendría de ilícitos”, remarcó el ex mandatario.
Insistió además que existe una persecución política en su contra. “Todos estos hechos demuestran la persecución política así como de prepotencia y temor que hoy vive el país. Son hechos, frente a rumores con los que se quisiera afectar mi libertad, lo que no permitiré sin defensa”, sostuvo.
La vicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, declaró ayer sobre un posible asilo a Alan García. “No es cuestión de si es mi amigo o no es mi amigo”.
Topolansky añadió que “primero hay que ver cuál es la acusación” con el objetivo de evaluar si se puede tipificar como persecución política o de delitos económicos. “En base a ello se va a tomar la decisión”.
El ex presidente de Uruguay José Mujica afirmó ayer que el eventual asilo político al ex mandatario Alan García por parte del Gobierno de su país dependerá de las valoraciones de carácter jurídico que haga el mandatario Tabaré Vázquez.
“Eso [el otorgamiento de asilo a Alan García] va a depender de las apreciaciones jurídicas”, dijo Mujica a la prensa.
El ex presidente uruguayo se mostró de acuerdo con el también ex mandatario uruguayo Julio María Sanguinetti, respecto a que su país “no tiene más remedio” que mantener una actitud de apertura para considerar un pedido de asilo y darle trámite debido a la tradición histórica.
“Uruguay tiene la obligación de abrir su embajada y hacer lo que hizo, concuerdo totalmente con el doctor Sanguinetti, está en la historia”, señaló.