Para mejorar el futuro de América Latina, Alejandro Toledo alguna vez divisó un plan de “reinvención social” para el subcontinente: grandes mejoras económicas a través de instituciones democráticas más efectivas y un plan de conservación del ecosistema.
El libro “The Shared Society” (La sociedad compartida, 2015) incluye adhesiones de Bill Clinton, Francis Fukuyama y Fernando Henrique Cardoso en la contratapa. Algunos críticos se animaron a llamarlo “el new deal latinoamericano”. El tratado, con el rostro sonriente del expresidente en la carátula, todavía está a la venta en la sección internacional de la librería principal de la Universidad de Stanford. En el campus, la vida continúa.
Inmune a las tribulaciones de los países en desarrollo que pretende estudiar, Stanford, significante del prestigio y ascenso académico de Toledo, lleva años escondiendo, y luego negando, al expresidente que publica libros bajo su sello editorial. Toledo, que alguna vez jugó al soccer en los campos universitarios, es ahora solamente un exalumno. Soy colega, pero no sé nada.
“Alejandro Toledo es un investigador visitante, no un empleado ni un profesor, ni recibe compensación nuestra”, declaró el área de prensa de Stanford en marzo del 2017, cuando el ya prófugo expresidente trabajaba en un libro sobre la educación en América Latina. “Stanford defiende el derecho al debido proceso”.
Nido de amor de los Toledo-Karp, la universidad también patea el tema de la acusación contra la ex primera dama. Eliane simplemente no está afiliada a la universidad. Una recepcionista que lee las noticias confirma que no existen en el sistema. Intrigada por el arresto, comenta que se les veía a menudo, especialmente en el Centro de Estudios Latinoamericanos, donde tampoco dan razón.
En el 1370 de Trinity Road –en un área más bonita que su domicilio anterior– sus roommates alegan que está “pasando por muchas cosas” y no puede declarar. Al otro lado de la puerta se oye a Eliane hablando en Spanish. Aparecer esta mañana en la audiencia en San Francisco podría ser tentar a la suerte.