Patricia Balbuena se convirtió ayer en la quinta baja del Gabinete Ministerial encabezado por César Villanueva, detrás de Mauro Medina (Interior), Salvador Heresi (Justicia), David Tuesta (Economía) y Daniel Córdova (Producción). En entrevista con El Comercio explica su salida.
-¿El presidente del Consejo de Ministros le pidió su renuncia?Yo presenté mi renuncia para no perturbar las reformas que está impulsando el presidente y porque se estaban aprovechando de la situación para golpear al sector. Nos estaban acusando hasta por comprar una refrigeradora y un microondas para el equipo del proyecto Bicentenario. Me di cuenta de que mi permanencia estaba generando que maltrataran al sector.
-¿No consideró necesario enfrentar la interpelación?Respondí en la Comisión de Cultura. Los congresistas que dijeron estar interesados en escucharme no fueron. Yo no tengo ningún problema en responder, pero iban a pasar muchos días para la interpelación, y cada día que pasa siguen golpeando al ministerio. Eso desgasta a la institución y a los equipos de trabajo, genera inestabilidad y ruido. Mi principal tarea como funcionaria es cuidar a la institución y proteger la gestión pública.
-¿Qué responsabilidad tiene en la buena pro que ganó la empresa vinculada a su viceministro?Ninguna. No tengo ninguna responsabilidad ni administrativa ni penal. El informe de la OCI [Oficina de Control Interno] ya ha salido hoy [ayer]. Yo me voy íntegra. Jamás en mi vida he tenido un solo procedimiento administrativo. Me voy con mi hoja de vida limpia. Me voy absolutamente limpia.
-Congresistas de PpK consideran que su renuncia innecesariamente le da poder a la oposición en el Congreso.No opino sobre ese análisis de los actores políticos. Creo que mi presencia es la que complica [al Gobierno]. Soy yo. Desde que asumí el cargo, se me dijo de todo. Me dijeron roja y caviar. No me querían desde el inicio. Y si me presencia genera perjuicio para la entidad, hay que dar un paso al costado.