Carlos Ramos Núñez, magistrado del Tribunal Constitucional (TC) que elaborará el informe sobre la admisibilidad de la demanda competencial que presentó Pedro Olachea contra la disolución del Congreso afirmó que se encuentra frente a una responsabilidad histórica y a un enorme compromiso.
Remarcó además que el TC siempre ha actuado con autonomía y puntualizó que ello lo ha demostrado “en todo este tiempo en los casos emblemáticos”.
“Esta es una responsabilidad que no ocurre todos los días, más allá de las responsabilidades personales que nos toca, es algo de carácter histórico y es un enorme compromiso para todos”, aseguró Carlos Ramos al ser consultado sobre la importancia del caso que tiene en sus manos.
El magistrado del TC manifestó que no ha habido ningún adelanto de opinión por parte suya o de algún otro integrante del tribunal sobre la posible admisibilidad o no de la medida planteada por Pedro Olaechea.
“Las opiniones de los magistrados se dan en el marco del proceso [...] No había ningún proceso ingresado en el TC [...] Ingresó hace poco, ahora yo soy ponente y no puedo en estas condiciones hacer ningún adelanto de opinión”, manifestó.
Según informó el presidente del TC, Ernesto Blume, el proyecto que presente Carlos Ramos sobre si se admite o no la demanda del Congreso se evaluará el próximo martes 29 de octubre.
Ramos Núñez fue elegido como ponente del caso por votación mayoritaria. Los votos a favor fueron de él mismo, Marianella Ledesma, Eloy Espinoza-Saldaña y Manuel Miranda. En contra votaron Ernesto Blume, José Luis Sardón y Augusto Ferrero.
El magistrado también se pronunció sobre el documento elaborado por el coordinador de la Comisión de Procesos de Inconstitucionalidad y Competenciales, Omar Sar Suárez. Según dijo Ernesto Blume a El Comercio, el informe se hizo sin que alguien se lo pidiera, pero plantea que la demanda competencial presentada por Pedro Olaechea como presidente del Congreso disuelto sea admitida.
“Voy a considerarlo (el informe de asesoría) pero al final tengo plena libertad para hacerlo mío, rechazarlo, cambiarlo, en fin [...] Es un tema que a estas alturas no deja de ser anecdótico, nada más, porque la prerrogativa para la propuesta del auto está en manos del ponente”, indicó ante la prensa.