El escándalo por los sobornos de Odebrecht en el Perú ha reavivado el debate acerca de la utilidad de las comisiones investigadoras del Congreso de la República. “Lo que normalmente hacen es contaminar las investigaciones y, más bien, ventilan evidencias que luego complican los procesos investigatorios”, dijo el presidente de Transparencia Internacional (TI), José Ugaz, al solicitar al Parlamento que se abstenga de participar en el caso.
La respuesta no se hizo esperar. “Ugaz olvida lo útiles que fueron las comisiones investigadoras del Congreso entre el 2001 y el 2003 respecto a toda la corrupción del gobierno fujimorista”, replicó el legislador aprista Mauricio Mulder.
Recordó que para investigar el régimen de Alberto Fujimori se formaron comisiones especiales y él mismo presidió una de ellas, que emitió su informe final en el 2002. “Se formularon acusaciones contra militares y ministros que firmaron el decreto que disolvió el Congreso en el autogolpe del 92”, precisó.
Para el parlamentario, el papel que cumplen las comisiones investigadoras depende de quién tenga la mayoría en el Congreso. “La comisión contra Alejandro Toledo [formada cuando este era presidente de la República] fue muy tímida, pero tenía imputaciones sobre el tema de firmas falsas. El informe final nunca se puso al debate en el pleno, porque lo aguantaron en el Consejo Directivo”, relató.
Mulder, formado en las canteras del Apra, no oculta sus cuestionamientos a la megacomisión del Congreso anterior que investigó las presuntas irregularidades en el segundo mandato de Alan García (2006–2011). A juicio del parlamentario, el objetivo fue uno solo: tumbarse al gobierno del Apra.
—Punto de partida—El ex congresista Sergio Tejada, quien presidió la megacomisión, rebate la postura expuesta por Mulder.
“Esa comisión es un ejemplo de investigaciones congresales que funcionaron, como el caso de los narcoindultos, por el cual hoy en día [Miguel] Facundo Chinguel está preso”, dijo a El Comercio.
El desactivado grupo de trabajo también tuvo en sus manos el caso de los colegios emblemáticos, que después fue archivado por el Ministerio Público.
Tal como informó este Diario, la semana pasada el fiscal superior Marcos Villalta ordenó abrir una investigación a Alan García por el presunto delito de lavado de activos. La base de la hipótesis es el trabajo de la comisión que investigó el presunto enriquecimiento ilícito y desbalance patrimonial de funcionarios durante el último quinquenio aprista.
“Las comisiones investigadoras funcionan cuando existe un caso que no ha sido investigado por la justicia. En el caso de Lava Jato, durante el Congreso pasado, terminaron estando detrás de un proceso judicial avanzado. Lo único que van a hacer ahora es justificar viajes a Brasil y Estados Unidos pidiendo información”, aseveró Tejada.
—En blanco y negro—El congresista de Acción Popular (AP) Víctor Andrés García Belaunde tiene una opinión crítica acerca de las comisiones investigadoras. “El 70% no hace mucho, son mucha bulla. Son para contentar a la opinión pública, seguir de cerca un proceso y empujar a la fiscalía y al Poder Judicial”, lamentó.
Pero García Belaunde cree que en ocasiones sí tuvieron éxito y citó el caso de Rodolfo Orellana Rengifo, en prisión mientras se le investiga por lavado de activos. “Si desde el Congreso no se hubiera impulsado, Orellana nunca hubiera caído. Recuerden que se detectó que tenía influencia hasta en las entidades judiciales”, sostuvo.
El legislador de Acción Popular también recordó el caso de la construcción de una vía expresa en el Callao a cargo de la empresa Convial. “Álex Kouri está preso por uno de los siete delitos que le imputamos en el informe del Congreso y se retiró el peaje”, añadió.
“El resto no llegan a resultados importantes o muchas se usan como bombo para hacer noticia”, refirió García Belaunde. Como un mal indicador del trabajo de las comisiones mencionó la que indagó el caso de presunta corrupción en la región Áncash, presidida por Mesías Guevara, ahora presidente de AP.
Mulder también fue crítico con las comisiones de la gestión anterior, de mayoría nacionalista. “Mira la Comisión López Meneses, no llegó a nada. Él sigue libre por las calles como si nada”, indicó.
Pero reconoció que el grupo de trabajo que tuvo a cargo el caso de Martín Belaunde Lossio, ex hombre de confianza de Ollanta Humala, sí tuvo resultados. “Ayudó a entender la red de corrupción en los gobiernos regionales y acusó a varias ex autoridades que no estaban en el ojo de las autoridades judiciales”, manifestó.
Al final, como sostiene el analista político Pedro Tenorio, no se puede impedir al Congreso investigar, pero sí debe exigirse reserva, estrategia y resultados. “El circo lo empeoraría todo”.
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