El capítulo final de la era Saavedra en el Ministerio de Educación podría empezar a escribirse hoy con la presentación de la moción de censura en su contra por parte de la bancada fujimorista. Está previsto que el documento sea entregado al mediodía.
Después de eso, la presidenta del Congreso, Luz Salgado, tiene de cuatro a diez días para convocar a un pleno para debatir y votar la censura. Se requiere un mínimo de 66 firmas y Fuerza Popular tiene 72 escaños; es decir, no necesita ni los votos apristas, que también apoyaron la interpelación. En todo caso, el Partido Aprista decidirá hoy si se suma a la censura.
Si el ministro Jaime Saavedra es censurado, lo que parece inminente, el Gobierno tendrá tres días para nombrar a su reemplazo.
Hasta ayer el Ejecutivo analizaba todos los escenarios: esperar a que Saavedra sea censurado y que el fujimorismo asuma el respectivo costo político, que este renuncie o presentar un voto de confianza al Gabinete para salvar al titular de Educación. Una fuente del oficialismo contó a El Comercio que las dos últimas opciones eran las más lejanas.
Para el legislador oficialista Guido Lombardi, la censura tendrá un costo político muy alto para Fuerza Popular. “Se han metido con un hombre de trayectoria profesional y personal intachable”, expresó en diálogo con este Diario.
El legislador fujimorista Héctor Becerril replicó que el costo lo asumirán mas bien “aquellas bancadas que toleran la corrupción”, en alusión a las denuncias de malos manejos en la compra de computadoras durante la gestión de Jaime Saavedra.
Insistió en que la interpelación y eventual censura son prácticas de un Estado democrático y “no es algo de lo que tengamos que arrepentirnos”.
Becerril cree que la iniciativa será respaldada por la población, porque “estamos limpiando [el ministerio ] de la corrupción”. Agregó que su intención no es calificar a Jaime Saavedra de corrupto pues eso debe determinarlo la justicia, pero sí le atribuyó responsabilidad política en las presuntas irregularidades del sector.
Sobre la posibilidad de una cuestión de confianza, Becerril refirió que eso no cambia la postura de Fuerza Popular. Incluso aseveró que no es posible que proceda esa figura, debido a que solo puede ser motivada por temas de política de gobierno o de Estado, y este no es el caso.
–¿Cortar de raíz?–Al término de la interpelación, Jaime Saavedra aseveró el miércoles que la renuncia no era un camino para él. “La renuncia no se va a dar de ninguna manera. Solo si hay una censura el ministro tendrá que renunciar”, enfatizó Lombardi.
No obstante, otra fuente cercana al gobierno sí se mostró a favor de la dimisión del ministro, porque “lo mejor es cortar esta situación de raíz” y, teniendo en cuenta que no hay votos suficientes para salvarlo, no debería “estirarse la crisis”. Lo mejor, añadió la fuente, es que ya no se discuta la censura sino quién será el próximo titular de Educación.
El Comercio también se comunicó con la segunda vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, pero evitó adelantar opinión sobre cuál debería ser la postura del Gobierno. Sí subrayó que debía primar la prudencia y un análisis profundo, pues alternativas como el voto de confianza podrían significar la caída de todo el Gabinete si este se rechazara.
Lombardi expresó que el Ejecutivo aún no evalúa posibles reemplazos para Jaime Saavedra, porque “no se ha decidido el tema de la confianza”. Adelantó que la bancada oficialista se reúne hoy para definir su postura.
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Carlos Basombrío: “Nos quieren quitar al mejor ministro de Educación” ► https://t.co/vusfGGsoYm pic.twitter.com/KwCnCiNGeI— Política El Comercio (@Politica_ECpe) 8 de diciembre de 2016