El ex presidente Alan García negó anoche que el Partido Aprista, que lidera, haya sido uno de los grandes derrotados con el triunfo del No en la consulta de revocatoria, y defendió este mecanismo porque a su juicio permite al pueblo llamar la atención a las autoridades que no cumplen con sus obligaciones.
García Pérez consideró que el resultado de la consulta de revocatoria de las autoridades de la Municipalidad de Lima fue “equilibrado y equitativo”, y rechazó que un sector se considere triunfador de ese proceso.
ES TONTO DECIR YO GANÉ “Ha sido equilibrado y equitativo; decir: ´yo gané´, resulta hasta tonto; que se quede la cabeza sin el cuerpo es complicado”, dijo en referencia al resultado de los comicios del domingo a través de los cuales la población de Lima decidió mantener en su cargo a la alcaldesa Susana Villarán, pero, según cifras preliminares, revocó a todos los regidores de su partido Fuerza Social.
Según García, señalado por diversos sectores como uno de los promotores ocultos de la revocatoria, lo importante es que el pueblo de Lima cumplió con llamar la atención no solo a la alcaldesa Villarán, sino también a toda la clase política del país.
“Para eso sirve la revocación porque, de lo contrario son cuatro años de vacaciones”, subrayó en Willax TV.
DEFENDIÓ REVOCACIÓN COMO MECANISMO DEMOCRÁTICO En ese marco, dijo que la revocatoria es un mecanismo “totalmente democrático” y pidió a todos los sectores del país “no asustarse” por el tiempo invertido en ir a votar o por el dinero gastado en organizar la consulta.
En consecuencia, se pronunció en contra de eliminar la revocatoria y recordó que este mecanismo fue propuesto por sectores de izquierda a quienes calificó como “chavistas” y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG).
EL APRA NO PERDIÓ “Decir que el Apra perdió…ojalá fuera así; el Apra con 49% en Lima ¿se imagina la fuerza inmensa que es eso? Le hacen un favor al Apra cuando se dice eso”, enfatizó.
Finalmente, García pidió dejar atrás este tema y seguir adelante, sacando conclusiones y evitando cualquier “triunfalismo”.