Alrededor de las 2:30 p.m., el ex presidente Alejandro Toledo se retiró del Congreso de la República en medio de una multitud de sus seguidores, tras haberse presentado durante poco más de cuatro horas ante la Comisión de Fiscalización del parlamento para explicar las compras de una casa y una oficina en Surco hechas por su suegra.
Toledo fue despedido por una portátil de seguidores que, tras romper la seguridad de la Plaza Bolívar, se dedicó a gritar Toledo dignidad y a flamear banderas con el símbolo de su partido, Perú Posible, como si estuviera en plena campaña electoral.
El ex mandatario (2001-2006), respondió a sus seguidores con abrazos y sonrisas desde el techo corredizo de su auto. Incluso, recibió ramos de flores y también los repartió, todo en medio del caos generado por la multitud en la sede del legislativo.
El vehículo continuó su lenta salida hasta la avenida Abancay.
Toledo dio sus descargos en calidad de invitado por la compra de inmuebles de su suegra Eva Fernenbug. El ex mandatario se encargó de repetir que solo cometió un error por haber dejado que su suegra invierta en el Perú, pero que no es corrupto.
Ante este, la bancada fujimorista y el congresista aprista Mauricio Mulder, indicaron que el líder chacano no había aclarado nada y que, incluso, se llevó los documentos que supuestamente debía dejar en la comisión.