El presidente de la República Ollanta Humala defendió Qali Warma, el programa social creado por su gobierno para dar desayunos a, según dijo, 2600.000 niños. Sin embargo, reconoció que ha habido problemas en la ejecución del programa, como en las intoxicaciones que tuvieron varios menores de edad. Afirmó que es el precio que el Ejecutivo debe pagar por su implementación.
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Las grandes cosas no vienen gratis. Llevar alimentación a 2,6 millones de niños, a nivel nacional, algo que no se hacía antes, [] no es fácil. Es una curva de aprendizaje. El tema de los proveedores, cómo deben trabajar las asociaciones de padres de familia con los directores, y vencer resistencias del antiguo programa Pronaa, son temas que nos ha costado un esfuerzo que bien vale la pena, dijo durante la entrevista que dio a Canal N.
Además, consideró que del universo de denuncias de Qali Warma, el número no llega ni al 1%. De todas maneras es una curva de aprendizaje. Pero viéndolo estadísticamente, no es una cosa que nos haga pensar que el programa no está bien enfocado.
Cuando se le consultó por la politización de Qali Warma, afirmó que lo último que quiere es que pase eso con un programa para niños.