SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07 Redacción online
Las críticas de la ex primera dama Pilar Nores a la política social del Gobierno constituyeron un golpe que desde Palacio de Pizarro no dejaron pasar por alto. El presidente Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, respondieron, cada quien a su estilo, a estos cuestionamientos, a los que se sumó el Apra con el ex jefe de Estado Alan García a la cabeza.
Ayer Humala Tasso sostuvo en Huarochirí que Qali Warma, Beca 18 y Pensión 65, sus proyectos emblema, han llegado para quedarse y tener larga vida. La noche anterior, la cofundadora del Partido Nacionalista aseguró que los programas sociales son ahora más eficientes y no son usados políticamente.
El congresista del Partido Aprista Mauricio Mulder consideró que las dos aseveraciones de Heredia “son falsas”, porque los programas sociales “no son más eficientes que antes”. “No se lo debemos preguntar a un técnico o un teórico ni a un burócrata, sino a los niños intoxicados tras ingerir alimentos de Qali Warma”, añadió.
En diálogo con elcomercio.pe, también sostuvo que a diferencia de las primeras damas de los otros gobiernos, la esposa de Humala tiene poder político “para nombrar ministros de Estado, usar helicópteros y recursos públicos”. “A ella la sigue un equipo de Canal 7, que transmite todas sus actividades en vivo, ha salido en la portada de El Peruano en más oportunidades que el presidente y opina políticamente. No venga la señora a decir que no hay utilización política, porque los peruanos no nos tragamos ese tipo de argumentos”.
LA ONG DE NADINE Para Mulder la reacción de la pareja presidencial a la crítica hecha por Nores “demuestra que se han picado horriblemente, porque la niña de sus ojos hace agua por todas partes”.
En esa línea, aclaró que los cuestionamientos del presidente a la ONG Sembrando, que maneja la ex primera dama, no tienen sustentos. “La ONG de Pilar Nores tiene el programa mundial de cocinas mejoradas, que el gobierno adoptó por un tratado con las Naciones Unidas, eso no es mezclar, eso es buscar compatibilizar criterios para que el Estado no gaste ni un centavo”.
Según el aprista, la esposa del presidente tiene su ONG, pero esta “solo se dedica a organizar sus fiestas de cumpleaños en lugar de luchar contra la pobreza”.
PROBLEMAS DE COBERTURA El congresista fujimorista Alejandro Aguinaga, integrante de la Comisión de Inclusión Social, dijo que la defensa de Nadine Heredia carece de sustento, porque Qali Warma, el programa estrella del Gobierno, no es eficiente en el sentido de que no cubre la alimentación de los niños menores de tres años de edad como si lo hacía el desaparecido Pronaa.
“De los casi 600 mil niños nacidos al año en el Perú, al menos 250 mil viven en zonas de riesgo en Huancavelica, Apurímac, Puno y algunas zonas en Arequipa y Cusco. Ellos están condenados a la desnutrición, la propia ministra Rubio admitió que se les quitó las papillas y que no volverán”, advirtió en comunicación con este medio online.
Por ello, indicó que “ni políticamente ni técnicamente” desde el Gobierno pueden decir que los programas sociales están bien encaminados.
En defensa del Gobierno, el legislador oficialista Daniel Abugattás opinó que los programas sociales están al margen de la manipulación política. Acá no hay metida de uña y parece que esto araña a muchos. Además, han dejado de ser asistencialistas para convertirse en una política de Estado.
Respecto a las críticas que recibe Qali Warma opinó que cuando algo está caminando bien y eso le va a dar algún reconocimiento al gobierno del presidente Humala, hay mezquindad política en algunos grupos de oposición que se manifiestan de esta forma.
LA EVOLUCIÓN DE LOS PROGRAMAS El politólogo Carlos Meléndez afirmó que los programas bandera de Humala, como Qali Warma, llevan tan poco tiempo que ni siquiera han pasado una evaluación de impacto. “Por lo tanto, no existen pruebas suficientes para juzgar la eficiencia de los mismos. Pero si vemos la evolución de los programas sociales desde los noventas hasta ahora, sí podemos hablar de mayor eficiencia en general”, mencionó.
Explicó que durante el fujimorato, la aplicación de estos “era claramente clientelar”, situación que cambió durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. Agregó que en los últimos años se constituyó paulatinamente “una tecnocracia social, cada vez más autónoma de los intereses políticos”. Ambos puntos permitieron que la ejecución de los programas sea más eficiente, pero esto no es mérito exclusivo de esta administración.
Meléndez afirmó que cualquier política estatal bien aplicada debe ser capitalizada por el Gobierno de turno. “De eso también se trata gobernar: hacer políticas que beneficien a los ciudadanos y que, a cambio, los gobernantes reciban apoyo político. ¿Qué quiere la oposición? ¿Que Humala aplique programas sociales para favorecer a Alan García o Keiko Fujimori?”, acotó.