El Ministerio del Ambiente cumple este 13 de mayo 5 años de creado y Manuel Pulgar Vidal, el tercer ministro de esta cartera, destacó que pese al camino avanzado, aún “estamos atrasados respecto a estándares de calidad ambiental, los límites máximos permisibles y la reglamentación ambiental”.
En entrevista con la revista “Somos”, el alto funcionario estatal asintió que, desde un inicio, el ministerio fue incómodo para cierto sector privado e incluso parte del Gobierno, teniendo que “luchar contra la idea del ‘perro del hortelano’”.
“Siempre las normas ambientales generan resistencia y el discurso que propugna que estas detener la inversión está muy presente. Aquí somos cuidadosos en concretar y hacer un análisis costo-beneficio para saber cuándo una norma ambiental es necesaria”, sostuvo.
Asimismo, se refirió a otros aspectos importantes del trabajo desarrollado y a otros pendientes. Por ejemplo, sobre la consulta previa, apuntó que es necesaria, pero no será fácil porque un diálogo intercultural nunca lo es.
RIESGO DE GRUPOS ARMADOS EN MADRE DE DIOS Finalmente, respecto a la minería ilegal en Madre de Dios, indicó que el 8 de mayo pasado se nombró al coronel en retiro del Ejército, Wilfredo Álvarez Mendoza, como comisionado en Asuntos de Formalización de la Minería, Interdicción de la Minería Ilegal y Remediación Ambiental.
Sin embargo, Pulgar Vidal afirmó que el Poder Judicial y el Ministerio Público “no están actuando bien”. Ello porque el nivel de expedientes pendientes de solución es altísimo y los que llegan a su judicialización son muy pocos. En tanto, hizo un llamado de alerta respecto a las mafias en la zona:
“Los problemas de la minería ilegal en Madre de Dios deberían de tratarse en Lima, porque tenemos allá serios problemas de corrupción. Necesitamos cambiar la estrategia y se debe al menos detener estas mafias. Ya se les tiene identificadas. El riesgo que corremos es que, para protegerse, la minería ilegal financie grupos armados, como ha ocurrido en Colombia. Estamos a punto de que eso ocurra”, sentenció.