La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, despertó curiosidad cuando dijo que estuvo como asilada política en Uruguay. Según ha podido indagar este Diario, Villarán y su familia debieron abandonar el Perú, y se dirigieron a ese país en 1988, aunque no se trató propiamente de un asilo político.
En ese año, el entonces esposo de Villarán, Manuel Piqueras Luna, diputado de Izquierda Unida, presidía una comisión parlamentaria que investigaba la existencia del comando Rodrigo Franco, al cual se creía vinculado al gobierno aprista.
Piqueras fue entonces víctima de amedrentamiento. Y el acto más duro contra él fue el breve secuestro de su hija Soledad, de 17 años. Personas consultadas por El Comercio señalaron que poco conocen sobre lo sucedido, pero aseguraron que el incidente afectó profundamente a la familia. Por ello, Piqueras, su esposa y sus hijos abandonaron el país, y viajaron a Uruguay, donde Villarán permaneció unos años.
Según hemos podido indagar en nuestros archivos, para febrero de 1990 (cuando Piqueras denunció ser víctima de interceptación telefónica), Villarán ya se encontraba en Lima.
“La figura jurídica del asilo político seguramente no ha sido la más exacta, pero sé que estuvieron en Uruguay encargados de la protección y recuperación de la hija”, comentó Rolando Ames, también ex diputado.