Luego de cinco horas de audiencia en el juicio por el Caso Narcoindultos y cuando el reloj marcaba las 3.15 pm, el juez Francisco Medina, presidente de la Sala Penal Nacional, le preguntó hoy al procesado Miguel Facundo Chinguel si estaba en condiciones de iniciar su declaración, y este pidió hacerlo en la próxima sesión.
“No he almorzado, no es que no quiera hablar, pero preferiría que sea en la siguiente audiencia, pues mi declaración va a ser grande y tendrán que tenerme paciencia”, dijo el ex presidente de la comisión de indultos y gracias presidenciales, quien está recluido en el penal Piedras Gordas, en el distrito limeño de Ancón.
A él se le acusa de haber encabezado una organización ilícita formada para otorgar conmutaciones de pena a cambio de dinero durante el segundo gobierno de Alan García.
El tribunal dispuso finalmente diferir el interrogatorio para el 3 de diciembre, pues además uno de los abogados de los procesados pidió que se suspendiera la audiencia por sentirse agotado y mal de salud.
El proceso judicial se encuentra en la recta final. Con Miguel Facundo Chinguel finaliza la etapa de interrogatorio a los procesados y la sentencia podría dictarse dentro de dos semanas.
En la audiencia de hoy se tomó la declaración de cuatro procesados, entre ellos Noelia Gómez Paulet, ex secretaria técnica de la comisión de indultos.
También se interrogó a otros dos asistentes y promotores que trabajaron para esa comisión, Manuel Carrera y Fabiola Ojeda, y al ex delegado jurídico del penal de Lurigancho, Alberto Agurto Chiguán.
Para el fiscal Walter Delgado la declaración de Gómez Paulet, quien detalló cómo se trabajaba en la comisión, ratifica la tesis de la fiscalía: que Miguel Facundo Chinguel tenía un gran poder y dominio dentro del organismo que presidía.
“Él decidía a quién se contrataba, establecía los perfiles que deberían tener los miembros de la comisión, precalificaba los expedientes”, indicó.
Fabiola Ojeda, reconoció que cuando trabajó para la comisión, recibió llamadas de internos, incluso de noche, y también admitió que en una oportunidad acudió a una fiesta familiar del prófugo Carlos Butrón Dos Santos, en la que también estuvo Miguel Facundo Chinguel. Butrón fue delegado en el penal de Lurigancho.
Por su lado, Agurto Chiguán, quien ha estado condenado siete veces por apropiación ilícita y estafa, refirió que cuando salió de prisión visitó a Miguel Facundo Chinguel en el Ministerio de Justicia, pues este le había dicho “el día que salgas en libertad, visítame”.
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