El congresista Marco Arana (Frente Amplio) aseveró que durante su reunión con los representantes del Frente Amplio de Uruguay, realizada esta tarde, explicó junto con sus colegas de bancada Wilbert Rozas y Humberto Morales las razones por las que el ex presidente Alan García “no califica para un asilo diplomático”.
“Hemos expresado nuestra preocupación [de] por qué la situación de Alan García no califica para un asilo diplomático en la medida que la Convención de Caracas señala que el asilo diplomático o político solo corresponde a quienes tienen relación con delitos comunes, sea en la etapa de investigación, de procesamiento o sentencia”, comentó en diálogo con RPP.
“Informamos que el señor Alan García no está [siendo] perseguido por sus ideas ni por su activismo político o disidencia política con el Gobierno Peruano. Él está [siendo] investigado en relación a graves delitos de corrupción, como lo están siendo diversos personajes del más alto espectro ideológico que hay en el país; es decir, desde Ollanta Humala a Pedro Pablo Kuczynski”, señaló.
Arana detalló que tanto el responsable de relaciones internacionales del Frente Amplio, el partido de gobierno de Uruguay, como el presidente de dicha agrupación, les hicieron preguntas sobre las formas procesales que existen en el Perú. En esa línea, el legislador dijo que les brindaron detalles sobre la crisis del Poder Judicial en los últimos meses. Dijo que remarcaron que en nuestro país no se persigue a políticos.
“Hemos señalado que estamos exigidos y urgidos de luchar contra la corrupción en el país y una resolución que concediera el asilo sería un duro golpe contra esta lucha en nuestro país y podría verse como una injerencia en los asuntos internos de nuestro país”, precisó.
Anoche, los tres congresistas del Frente Amplio viajaron a Uruguay para señalarle a sus pares de dicho país que en el Perú no hay “persecución política”, tal como indicó el ex presidente Alan García en la sustentación de su pedido de asilo diplomático.
El sábado pasado, el ex presidente Alan García pidió asilo en la Embajada de Uruguay en el Perú porque, según considera, existe una persecución política en su contra. Lo hizo luego de que el Poder Judicial dictara 18 meses de impedimento de salida del país para él por una investigación fiscal que le sigue por el Caso Odebrecht.
Antes de presentarse en la embajada uruguaya, García Pérez declaró que “no era ningún castigo” para él quedarse en el país y allanarse a la investigación de la fiscalía.