El esposo de Keiko Fujimori, Mark Vito Villanella, acudió a visitar a la lideresa de Fuerza Popular este mediodía en la Prefectura de Lima en compañía de Giuliana Loza, abogada de la excandidata presidencial.
Al retirarse de la sede policial, ambos evitaron hacer declaraciones ante la prensa y Mark Vito se limitó a decir que Keiko Fujimori permanece “tranquila y fuerte”.
La lideresa de Fuerza Popular se encuentra en su tercer día de detención preliminar, medida solicitada por el fiscal José Domingo Pérez contra ella y otros 19 investigados por presuntamente ser parte de una organización criminal dedicada a captar aportes ilícitos de Odebrecht en la campaña del 2011.
La solicitud del fiscal fue aprobada por el juez Richard Concepción Carhuancho, quien también admitió al día siguiente de la intervención de Keiko Fujimori el recurso de apelación que presentó su abogada, Giuliana Loza.
La apelación será revisada por la Sala Penal de Apelaciones y determinará si procede que Keiko Fujimori cumpla los diez días de detención preliminar o si debe ser dejada en libertad.
Según la abogada de la lideresa de Fuerza Popular, no procedía que su defendida fuera intervenida por falta de motivos vitales que sustentan este tipo de detenciones como la falta de arraigo laboral o domiciliario.
Mientras tanto, el fiscal José Domingo Pérez considera que, además de esta falta de arraigo, existe un peligro procesal por parte de Keiko Fujimori y otros investigados como Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya, además de afrontar acusaciones graves como presunto delito de lavado de activos y organización criminal.