“Somos un gobierno que sale de la oficina y va a las regiones”. Con esa frase recurrente desde el 23 de marzo, cuando asumió el cargo, el presidente Martín Vizcarra se presentó el jueves, por novena vez, ante ciudadanos del interior del país.
El jefe del Estado visitó Huánuco, hoy estará en Loreto y el martes llegará a Huancavelica. Según dijo el propio Vizcarra en una reciente entrevista con El Comercio, la intención es que su gestión sea recordada como “el gobierno de las regiones”. Un objetivo, hasta ahora, reflejado en los viajes presidenciales.
—Números favorables—El próximo miércoles se cumplirán dos meses desde la toma de mando de Vizcarra. Para ese entonces, el presidente habrá visitado casi la mitad de regiones del país.
“Está intentando proyectar una imagen de cercanía con la gente, del tipo humilde, que no veíamos con Pedro Pablo Kuczynski. Mostrar que es alguien a quien se le puede dar la mano y que busca acortar distancias entre la clase política y el ciudadano promedio”, señala el politólogo Carlos Meléndez.
Las 11 visitas de Vizcarra a provincias duplicarán las regiones visitadas por Kuczynski en sus dos primeros meses de mandato. También superarán a los viajes realizados por Ollanta Humala, en ese lapso de tiempo.
Mientras Kuczynski tardó cinco meses en alcanzar la decena de visitas a diferentes regiones del interior del país, Humala tardó un mes más que el actual mandatario en llegar a esa cifra.
“Y eso que Humala es probablemente el presidente que más viajó a provincias desde el 2001. El viaje tiene un rol simbólico, pero es algo menos importante si no tiene algo concreto detrás. Esto aún no puede verse en el caso de Vizcarra”, advierte Meléndez.
—Estrategia y realidad—Como parte del reiterado mensaje descentralista, Vizcarra decidió hace poco fijar un número específico de viajes a provincias: tres cada siete días.
“Esa intención es positiva. Los viajes le permiten tener contacto con la región, sus autoridades, y poder conocer problemas. El detalle está en que probablemente no le darán un rédito político. Un viaje relámpago, con reuniones de por medio, deja poco tiempo para el contacto con la población”, enfatiza el analista político Enrique Castillo.
De los 11 viajes de Vizcarra, solo uno durará más de un día. En el resto, la comitiva presidencial habrá despegado en la mañana y regresado por la noche.
“Una imagen mucho más fuerte de esas visitas sería verlo inaugurar obras constantemente, como en un momento hizo Alberto Fujimori. La gente, lamentablemente, quiere al mandatario que hace obras. Vizcarra, hasta el momento, está aprovechando los viajes para hacerse conocido”, agrega Meléndez.
En ese sentido, la última encuesta de El Comercio-Ipsos muestra efectivamente un descenso en el porcentaje de personas en el interior del país que no tienen una opinión formada sobre el jefe del Estado. Mientras en abril la cifra era de 31%, en mayo se redujo a 26%.
Pese a la predominancia de las regiones en la agenda de viajes del presidente, su porcentaje de aprobación en el interior del país también muestra una caída. Del 55% registrado en abril, las cifras arrojan un 48% en mayo.
“Eso quiere decir que, por el momento, el mensaje del ‘presidente de las regiones’ no está calando. Ahora, si él quería viajar para enterarse de los problemas de la gente, lo está logrando, pero no lo están entendiendo”, opina Castillo.
—La clave de la reconstrucción—Ante este escenario, las obras de reconstrucción podrían ser claves para terminar de instaurar el mensaje del Ejecutivo.
El propio Vizcarra se ha comprometido a volver en seis meses a las provincias con resultados. Muchos de estos consistirían en inauguraciones vinculadas a obras de la reconstrucción.
“Ir a hacer promesas y recoger demandas funciona para un día o dos, pero cuando pase una semana la gente estará en otra cosa. Las obras de reconstrucción sí serán recordadas. Es ese el gran activo que podría aprovechar Vizcarra en los próximos meses”, comenta Castillo.
Hacia el final del año, el gobierno espera avanzar un 20% más del 10% de avance ya registrado en el proceso de reconstrucción posterior al fenómeno de El Niño costero. Aunque, en medio de ese plazo, enfrentará una renovación de autoridades subnacionales.
“Ya se cumplió el ciclo de diferenciarse con Kuczynski. Ahora tiene que buscar la fase de apoyos reales en poderes políticos del interior del país. Más allá de los viajes, hay que preguntarnos si está haciendo coaliciones con líderes regionales o locales importantes. El efecto de los viajes se verá si llega a institucionalizar este ímpetu regionalista que muestra hasta el momento”, sostiene Meléndez.
El jefe del Estado no ha mostrado una cercanía con algún líder regional específico. El Ejecutivo se centró hasta ahora en el trabajo conjunto a través de los GORE Regionales y los Muni Ejecutivos.
Todo ello a la espera de una renovación de autoridades en el interior del país, al cual Vizcarra, por ahora, parece priorizar.