Aunque en un principio manifestó que era una reforma trascendental, el presidente Martín Vizcarra decidió anunciar el rechazo del Ejecutivo a las modificaciones realizadas por el Congreso al proyecto que planteó en agosto pasado para retornar al sistema parlamentario bicameral.
Ayer, el jefe del Estado convocó, a través de una resolución suprema, a referéndum. La consulta popular se realizará el domingo 9 de diciembre y se preguntará a la ciudadanía por los cuatro proyectos de reforma constitucional, entre ellos el de bicameralidad, que fueron aprobados por el pleno del Parlamento.
La nueva posición del mandatario se conoció durante una ceremonia en Palacio de Gobierno, pese a que pocos días atrás, en una entrevista concedida a TV Perú, saludó la aprobación de todas las iniciativas.
Específicamente, el mandatario Martín Vizcarra cuestiona que se haya retirado el pedido para que los congresistas estén obligados a declarar sus intereses.
Además, que no se haya considerado la recomendación para cumplir con la cuota de género (igualdad de postulantes hombres y mujeres), así como que se haya alterado criterios relacionados a la cuestión de confianza.
Su postura, no obstante, ha generado las críticas de varias bancadas, incluyendo la del portavoz titular del oficialismo, Gilbert Violeta (PpK), quien ha dicho que no comparte las observaciones efectuadas por el mandatario. ¿Qué implicancias y efectos hay para el presidente?
Para el analista político Enrique Castillo, Martín Vizcarra ha caído en una contradicción que compromete seriamente a su grupo parlamentario, al primer ministro César Villanueva y al titular de Justicia, Vicente Zeballos, puesto que todos ellos estuvieron presentes cuando el pleno aprobó la reforma sobre la bicameralidad en el hemiciclo.
“El día de la entrevista en TV Perú él se mostró de acuerdo con la aprobación de sus cuatro reformas y además saludó al Congreso y a su bancada. Si él no hubiera felicitado al Parlamento y no hubiera dicho que es un momento histórico entenderíamos esta reacción, pues creeríamos que no leyó los proyectos, pero él se pronunció ese mismo día”, dijo a este Diario.
El también conductor del programa de TV “Agenda Política” señala que Martín Vizcarra, en atención a los recientes incrementos en su aprobación presidencial, da muestras de que está demasiado pendiente de qué es lo que le puede seguir sumando popularidad.
“Hasta el día de su entrevista pocos habían criticado duramente los proyectos. A partir de ese momento, políticos y constitucionalistas salieron a desnudar las propuestas y a decir que al presidente le habían hecho el ‘cambiazo’. Ahora él hace esto, parece que reacciona cuando otros reaccionan”, consideró.
Mabel Huertas, socia de la consultora política 50+1, afirma que la postura del mandatario ha levantado más preguntas que respuestas. Por ejemplo, por qué su bancada y sus ministros no observaron lo aprobado por el Congreso durante los debates, además sobre la verdadera agenda del Ejecutivo.
“Hace un par de días nos preguntábamos junto a otros politólogos qué es lo que pasaría una vez que se convoque al referéndum, porque el presidente tendrá la intención de conservar su popularidad. La respuesta ha llegado hoy [ayer]: continuará con este enfrentamiento a pesar de lo trabajado hasta por su propia bancada”, indicó.
Bajo esa premisa, Huertas afirma que Martín Vizcarra debería valorar que los conflictos políticos, como es lógico, tienen el potenciar de paralizar al país, y que el análisis y la aprobación de las reformas consumió tiempo valioso, por lo que si se está utilizando la bicameralidad como una herramienta guerra política, “estamos yendo por un mal camino”.
“Esta movilización generó que las instituciones, el Congreso y el propio Gobierno pongan en pausa otros procesos que requerían atención. Hay que añadir que el Parlamento, en específico, no se está moviendo al ritmo del país porque muchas prioridades quedaron en espera”, estimó.
“Es una jugada peligrosa”Por su lado, el director de Vox Pópuli, Luis Benavente, manifiesta que el presidente Martín Vizcarra debe ser más cuidadoso con sus pronunciamientos porque el haber conseguido algunos importantes respaldos no le garantizan una caída rápida en caso deje de generar confianza.
“Esta es una jugada peligrosa. Posiblemente le resulte, hay un riesgo es alto, pero puede que no, y tendría que haber medido los alcances de ello”, refirió.
Benavente considera que el que el presidente no quiera dar su brazo a torcer respecto a las modificaciones hechas en el Parlamento a la reforma sobre el retorno a la bicameralidad lo expone a diversas interpretaciones.
“Más allá de lo que se dice cotidianamente, el Congreso ha tenido gestos políticos valorables con [Daniel] Salaverry a la cabeza, se han tendido algunos puentes. Lo mejor que hubiera podido pasar es una mejor negociación. El presidente debe entender que el consenso es así, implica no llevárselas todas”, recalcó.
Castillo coincide con lo sostenido por Benavente, y enfatiza en que el presidente presentó el retorno a la bicameralidad como una “reforma indispensable” para cambiar el rumbo de la política peruana en la lucha contra la corrupción.
“Si ahora nos dice que no es prioridad y que hay que votar por el ‘no’, entonces deja entrever que nunca fue indispensable. El mandatario puede ver afectada su credibilidad y dejar la sensación de que siempre querrá que las cosas tienen que ser como él desea”, dijo.
Mabel Huertas, finalmente, considera que la mayoría de reformas planteadas por el Gobierno tienen un corte populista, por lo que la nueva sugerencia de Martín Vizcarra de votar por el “no” a la bicameralidad puede encontrar el eco que busca.
“La no reelección es dañina para la democracia, pero la cosa parece ser coyuntural. Deberíamos hacer modificaciones constitucionales de largo aliento, para varias décadas, no para enfrentar a adversarios”, cuestionó.