Por segundo año consecutivo, el presidente Martín Vizcarra se retiró ayer del Congreso dejando atónito a su auditorio por los anuncios que hizo.
En el 2018 sorprendió con el referéndum para la aprobación de un paquete de proyectos de reforma judicial, y este año lo hizo con una iniciativa de reforma constitucional para recortar el mandato congresal y presidencial un año, es decir, hasta el 28 de julio del 2020.
La medida sorprendió incluso a la propia vicepresidenta de la República, Mercedes Araoz, y a los miembros de la bancada oficialista. Solo estaban al tanto de ella los miembros del Gabinete que antes habían aprobado el mensaje, como corresponde, en una sesión de consejo.
Si bien el mandatario mostró el documento del proyecto en el hemiciclo, recién lo entregará formalmente el miércoles 31 de julio, cuando terminen los días feriados que decretó el Gobierno por Fiestas Patrias y los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Según precisó en su discurso de 94 minutos, esta reforma también “deberá ser ratificada” vía referéndum.
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—Las razones de Vizcarra—El jefe del Estado justificó este recorte de mandato en la necesidad de superar una “crisis institucional” y de tener reglas de juego nuevas porque “las que hay están quebradas e infiltradas de corrupción”.
Subrayó que no puede haber un verdadero crecimiento económico ni una transformación social, sin una reforma previa de las instituciones. Vizcarra se remontó a los obstáculos que encontró en el Legislativo para sacar adelante reformas como la bicameralidad.
Quienes hasta ese momento habían estado visiblemente distraídos empezaron a prestarle atención.
Antes de hablar del recorte del mandato, el presidente bebió agua como si necesitara tener la voz nítida. En ese momento también volteó a mirar a su esposa e hijos, presentes en el Congreso.
Entonces advirtió que había habido una clara desnaturalización de las iniciativas de reforma política que envió al Parlamento, como la de inmunidad parlamentaria. Sobre esto último apoyó su decisión.
Con un gesto adusto expresó su preocupación por el hecho de que el Congreso “haga caso omiso al clamor ciudadano”, y haya optado por mantener esta competencia en sus fueros. Él había pedido que esta sea delegada a la Corte Suprema.
Vizcarra hizo hincapié en que los pedidos del Poder Judicial eran rechazados sin sustento. El caso más reciente fue el del prófugo Edwin Donayre (APP).
“Es inadmisible que alguien, solo por ser congresista, no pueda ser juzgado o detenido”, exclamó.
En Fuerza Popular y el Apra empezaron a reclamar. El presidente del Congreso, Pedro Olaechea, se limitaba a tocar el timbre para invocar al orden.
Desde su escaño una de sus más severas adversarias políticas, Rosa Bartra, le preguntaba: “¿Y usted?”.
Vizcarra continuó preguntando dónde estaba la confianza que “supuestamente el Congreso” le había dado. Y señaló que no había lugar donde no le hayan pedido cerrar el Congreso.
“No podemos seguir dándole la espalda al Perú”, invocó antes de anunciar el adelanto de elecciones.
Puntualizó que con esta acción se reforzarán los cimientos de la república, aunque ello implique que “todos nos tengamos que ir”.
“¡Te vas a ir preso”!, le gritaba el aprista Mauricio Mulder. Mientras, un sereno Vizcarra se despidió de Olaechea poniendo fin al que podría ser su último discurso de Fiestas Patrias.
Las fujimoristas Milagros Salazar y Tamar Arimborgo le gritaban “¡Fuera!”, mientras los ministros lo aplaudían, al igual que algunos oficialistas, y otros de las bancadas Liberal, Nuevo Perú y Frente Amplio.
Dos horas después, Olaechea leyó un comunicado a nombre de la Mesa Directiva y el Congreso. Dijo que no se aferraban a sus cargos, y que iban a defender la institucionalidad del Legislativo. Y acusó a Vizcarra de generar “incertidumbre e inestabilidad”.
—Araoz incómoda— Visiblemente incómoda, la vicepresidenta Mercedes Araoz no aplaudió el mensaje y tampoco acompañó a Vizcarra de regreso a Palacio de Gobierno. Hasta anoche ella no había conversado con el jefe del Estado.
Fuentes cercanas a la vicepresidenta comentaron a este Diario que Araoz no acudiría hoy a la Gran Parada Militar.
Respecto a por qué no se le comunicó sobre esta propuesta de reforma constitucional, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, se limitó a decir anoche en “Cuarto poder” que ella no participa en los consejos de ministros.
Antes del anuncio de adelanto de elecciones, Vizcarra enumeró medidas para impulsar el crecimiento económico. También hizo un recuento de los avances en la reconstrucción del norte, de acciones para combatir la anemia y la ampliación de Barrio Seguro para contrarrestar la inseguridad ciudadana.
Y, sin duda, otras de las medidas sobre las que tendrá que dar mayores detalles en los próximos días es la afiliación sin restricciones al SIS, y la nueva ley general de minería.