El gobierno tiene nuevas reglas de juego. El Congreso ganó la pulseada (lucha de brazos con el Ejecutivo). No habrá más descuentos en las gratificaciones.
El ministro de Economía ha dicho que esto afectará, también, al Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles. La pregunta es: ¿por qué se financia dicho fondo con los descuentos a los trabajadores?
El Congreso ha creado un problema a Essalud, a la compensación por tiempo de servicios, al Fondo de Estabilización y a la Oficina de Normalización Previsional. Lo ha hecho porque dichas instituciones contaban con la renovación de los descuentos.
En realidad, no se debió contar con dicha renovación, toda vez que la norma autorizaba tales descuento hasta diciembre del 2014. Lo que se dispone como medida temporal suele terminar como medida permanente.
No creo que los congresistas de oposición hayan pensado en quebrar la tendencia. Han pensado en una medida populista, de cara a los procesos electorales que se vienen. El resultado, sin embargo, no tiene por qué ser del todo malo.
La devolución del descuento, que cada bolsillo sentirá muy poco o casi nada, representa en conjunto montos enormes. Por lo menos, según las cifras del MEF.
Dice el ministro Segura que el sistema estatal de pensiones dejaría de recibir US$ 4.500 millones. El Fondo de Estabilización, 2.300 millones de soles. Essalud, 1.000 millones de soles.
Se trata, en conjunto, de 5.600 millones de dólares. Es bueno que este dinero regrese a manos de los ciudadanos. Lo malo es que no haya un plan presupuestal para esta enorme transferencia de dinero.
Las instituciones afectadas sufrirán desbalances, no podrán atender contratos ni planes de expansión y mejora. Tendría que contarse con un plan para cambiar el destino de un monto tan grande.
El gobierno no parece tener este plan. El Congreso, menos. El tema, de ambos lados, se ha tratado con tremenda irresponsabilidad.
A pesar de todo, solo queda un camino. El Ejecutivo tendrá que hacer un mayor esfuerzo en cuanto al gasto. No quiero decir gastar más, al contrario. Me refiero a un manejo más técnico del gasto.
No es fácil, pero es lo que toca. Así lo establece nuestro ordenamiento constitucional. El Ejecutivo tiene que someterse al mandato de la mayoría en el Parlamento.
Esta crisis se ha producido por los intereses políticos y electorales de unos y otros. Quizá sirva, sin embargo, para forzar una reforma imprescindible.
La reforma inevitable es la del gasto público. Tiene que revisarse la gestión del gasto social. Tiene que revisarse el sistema de licitaciones. Y tienen que revisarse los procesos en la administración pública.
Por el lado de los ingresos, el gobierno tiene que proponerse sacar adelante los grandes proyectos de inversión. Y tiene que empezar a privatizar.
La buena noticia para el gobierno es que la decisión del Congreso pondrá dinero en las manos de la gente.
La buena noticia no trascenderá, sin embargo, si el gobierno no anuncia la reforma del gasto. Ojalá esté a la altura.
MÁS DE GRATIFICACIONES...
.@KeikoFujimori respalda ley que elimina descuentos a #gratificaciones ► http://t.co/pIMUw4xmSj pic.twitter.com/6P6q3mMwrv— Política El Comercio (@Politica_ECpe) junio 19, 2015