“Bolivia se deshidrata”. Así lo resume en un cartel el sitio en Facebook Pictoline el problema de la escasez de agua en el país altiplánico. Esto para explicar los motivos que llevó al gobierno de Evo Morales declarar una “emergencia nacional” por la amenaza de sequía.
Durante el 2016 las precipitaciones llegaron a penas al 10% de lo habitual, apunta Pictoline. La escasez de agua está provocando la falta de agua potable en La Paz y otras capitales bolivianas, según informó el diario “El País”. Es la peor crisis del agua desde la década de 1980.
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El agua potable se agotó -o es mínimo en algunas zonas- debido a la que las represas se alimentan de las lluvias. El presidente Evo Morales dispuso la formación de comisiones ministeriales que perforarán pozos y conectarán los sistemas de agua potable con nuevas fuentes de agua. Aunque la oposición lo señala por “no haber actuado rápido ante la crisis”, según apunta Pictoline.
Los cuestionamientos contra el mandatario son principalmente por “haber puesto a gente ”cercana“ en lugar de personas capacitadas en la dirección de empresas estatales encargadas del agua”: la semana pasada, Morales despidió al responsable de la Empresa Pública Social del Agua y Saneamiento (EPSAS), por no haber tenido un plan de contingencia.
Esta situación derivó en protestas de la clase media de La Paz, quienes son los más afectados, contra Morales. Según “El País”, el domingo pasado, 5.000 personas -3.000 según autoridades- marcharon cantando “Agua sí, Evo no”. Esto como un capítulo más del 'reproche' que existe hacia el mandatario; esto por los cobros tributarios, la política salarial en favor de los más pobres y el deseo de Evo Morales por un cuarto mandato.
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