El auge de los 'influencers' en Instagram durante los últimos años ha ido de la mano con la introducción de publicaciones patrocinadas, con las que diversas marcas comerciales buscan aprovechar la popularidad de estas personas.
Aunque en el presente esta práctica es vista con normalidad por muchos, un sector de usuarios de las redes sociales sigue mostrándose contraria. Lo sucedido Scarlett Dixon, bloguera británica conocida como Scarlett London, es una muestra del debate y agresividad innecesaria que esta clase de publicaciones puede generar.
Dixon recientemente subió a su cuenta de Instagram una imagen en la que aparecía tomando una taza de té. Se trataba de una imagen patrocinada por Listerine y, de hecho, una botella de este producto bucal podía verse en el fondo de la imagen.
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La imagen permaneció sin mayor problema en Instagram, red social donde la 'influencer' bordea los 47.000 seguidores, pero dio mucho de qué hablar en Twitter luego de que un usuario compartiera la imagen criticando el uso publicitario de imagen. “Instagram es una ridícula fábrica de mentiras hecha para hacernos sentir poco adecuados”, señaló el tuitero @hintofsarcasm.
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El post de este último se hizo viral y Scarlett Dixon se convirtió en el blanco de numerosas críticas y burlas. Estos comentarios iban desde los reclamos por las publicaciones artificiales hasta detalles como lo secos que se veían panqueques de la imagen o que no había ningún líquido visible en la taza de la joven, pese a señalarlo en la descripción.
Al final, la misma 'influencer' respondería al 'tuit' original.
“Por supuesto que es algo escenificado, ¡es Instagram! ¡Cualquiera que me conoce sabe que realmente no me tomo a mí misma tan en serio! Pero espero que tota la gente completamente desagradable en las respuestas a este post se sienta bien de traer abajo a otra persona”, señaló Scarlett London.
Pese a que Dixon también tuvo defensores, la polémica fue creciendo y contó en Instagram que recibió comentarios de todo tipo, incluso amenazas de muerte.
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“Cada vez que actualizo mi págin, cientos de comentarios desagradables inundan mis cuentas de Instagram, Twitter y YouTube, algunos de los cuales contienen maliciosas amenazas de muerte”, escribió la bloguera. “Ahora hay cientos de 'tuits' circulando por internet humillándome”, añadió Scarlett.
La 'influencer' explicó que solo hace tratos pagados con marcas que ella misma usa o compraría. “Personalmente, no creo que mi contenido es dañino para las chicas jóvenes, pero estoy de acuerdo con que Instagram puede presentar falsas expectativas aspiracionales para la gente”, sostuvo Dixon.
“Pido disculpas de corazón si hice sentir a alquien que no estaba a la altura a través de mi contenido. Mi misión de vida es lo opuesto”, dijo finalmente Scarlett en su largo mensaje de Instagram.