Cuando escuchamos “wakeboard” nos imaginamos, claro, una persona haciendo piruetas en una tabla que es arrastrada por una lancha o una moto acuática. Sin embargo, el británico Jorge Gill encontró una nueva manera de practicar su deporte favorito.
Todo lo que se necesitó fue, sus implementos de wakeboard, una pista, un lago al costado de la pista y un Ferrari. Sí, no lees mal. En vez de ser arrastrado por una lancha o moto acuática, Gill fue arrastrado por un potente Ferrari F50 amarillo, el cual iba por la pista, mientras el deportista por el lago.
El resultado es verdaderamente alucinante. No todos los días verás a alguien arrastrado por un auto con un motor V12 de 520 HP.
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