Hoy por hoy, casi todos los autos tienen dentro de sus versiones modelos automáticos. Esto, debido a que facilita la conducción, además de haber presentado una serie de mejoras en los últimos años.
Para empezar, hay que tener en cuenta que cada cambio, fuera de retro, parking y neutro, varía de acuerdo a la velocidad, carga o inclinación del vehículo.
Pero para ello, debemos de saber para qué sirve cada cambio que suele presentar una caja automática. Sabemos que “P” (Parking) es el cambio que bloquea el eje de salida de la transmisión y que solo debe usarse al momento de estacionar el auto.
Asimismo, cuando estemos en un semáforo o detenidos un corto tiempo deberíamos de poner el modo “N” (Neutro). Hay que evitar estar en un semáforo en el modo “D” (Drive) y pisando el freno, pues esto producirá problemas de consumo y desgaste.
Pero, ¿cuándo se usa la opción “D” (Drive)? Simple. Para avanzar por cualquier vía o carretera, sobre todo en la ciudad. Existe, sin embargo, la opción “S” (Sport), que a veces es usada en cualquier vía, lo que provoca un mayor consumo. Esta opción solo debe ser activada en carreteras, pues su principal función es alcanzar mayores velocidades ya que el motor a más revoluciones.
La opción “L” (Low), que algunos fabricantes la pueden variar por 3, 2 o 1, podrá impedir que entren cambios más largos, por lo que son cambios que deben usarse al momento de subir o bajar pendientes.
Finalmente, debemos minimizar el uso del freno; es decir, intentar soltar el acelerador antes del frenado, de manera que el auto irá desacelerando poco a poco y solo se usará el freno para terminar de parar, reduciendo, así, el consumo.