El cardenal Juan Luis Cipriani confirmó esta mañana que el pasado 20 de julio la Santa Sede aceptó la renuncia al gobierno pastoral del Ordinariato Militar de Perú que presentó el obispo Guillermo Martín Abanto Guzmán, quien afronta una demanda por paternidad de una niña nacida en el 2011.
En un comunicado remitido esta mañana, el Arzobispado de Lima puntualizó que Cipriani ha remarcado que la “Iglesia respeta y respetará la justicia civil y los procesos judiciales en marcha”. “Cada uno tiene que afrontar sus debilidades con hombría y saber reconocer cuando comete un error. No ocultamos nada (…) Tolerancia cero con todos estos temas. Mi solidaridad con la honra de las personas perjudicadas en especial con esta niña inocente, que debe ser reconocida por su padre”, dijo.
El cardenal además pidió “elevar una oración al Señor de los Milagros, patrono del Perú, para que en los momentos actuales seamos todos instrumentos de paz, de comunión y de reconciliación en medio de nuestro pueblo”.
El Tercer Juzgado de Paz Letrado de Santiago de Surco ordenó a Abanto Guzmán que reconozca a la niña, hoy de dos años, luego que la madre presentara una demanda correspondiente en junio de este año. El paradero del ex obispo auxiliar de Lima y párroco de la iglesia Señor de la Divina Misericordia, en Surco, es desconocido.