RENÉ ZUBIETA (@renezp) Redacción online
Los módulos de atención en el área de Migraciones del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez no se dieron abasto para atender la alta afluencia de pasajeros el pasado fin de semana, lo que provocó largas colas y demoras.
Las noches del sábado y domingo pasados, decenas de pasajeros que llegaban del extranjero demoraron hasta dos horas en pasar el control. Además, solo 7 de 30 módulos instalados para pasar el registro de ingreso se encontraban atendiendo, según confirmó entonces una trabajadora de Lima Airport Partners (LAP), operadora del aeropuerto.
Funcionarios de Migraciones propusieron que las aerolíneas coordinen con LAP para cambiar sus itinerarios de vuelo e incluso los racionalicen. En diálogo hoy con elcomercio.pe, el gerente general de la concesionaria, Juan José Salmón, consideró que esa medida es inviable. ¿Qué alternativas podría haber?
Salmón comentó que se podría replicar lo que hacen otros aeropuertos del mundo: que el área de Migraciones se dote de la tecnología necesaria para que el registro sea de mayor digitalización y esa información se transmita al terminal de destino para así evitar demoras en la atención en las garitas de control.
“La información puede viajar en ese tiempo hacia el destino final y Migraciones puede iniciar un proceso de verificación o escaneo previo del vuelo con la información que reciba de origen y determinar si es un vuelo que representa un tipo de riesgo. Si no, los pasajeros podrán pasar de manera mucho más rápida”, planteó.
¿Pero cómo funciona actualmente el sistema? Salmón detalló que el pasajero llega al área de Migraciones, el funcionario lee el pasaporte a través de la banda magnética y digita la información del vuelo que llega. Sin embargo, el gerente de LAP consideró que esa data –como el número de pasajeros y la relación de los mismos- podría llegar de antemano y los inspectores podrían realizar la verificación de forma más rápida porque la información ya estaría en el sistema.
MÁS PROPUESTAS De acuerdo a otras propuestas de especialistas consultados, también se podría agilizar la atención migratoria de la siguiente forma:
Eliminar la Tarjeta Andina de Migración. Esto permitiría ahorrar costos y reducir el tiempo de atención al pasajero. Se tendría que registrar en una base de datos la información del documento de viaje y tarjeta de embarque para fines de chequeo en entradas y salidas.
Agilizar el proceso para pasajeros con necesidades especiales, preferentes o viajeros frecuentes. Esto permitiría reducir la espera en fila. Se tendría que definir la cantidad de personas beneficiadas, determinar el proceso de revisión, capacitar personal y revisar las propuestas de cobro del servicio a través de las aerolíneas, entre otras medidas.
Agilizar el proceso de salida de las tripulaciones. Esto impacta en el tiempo de embarque de los vuelos y la puntualidad de salidas. Y por lo tanto, en el tráfico aéreo. Las líneas aéreas pueden proveer con mayor anticipación la información de sus tripulaciones.
Aceptación de tarjetas de embarque virtuales (Boarding Pass Mobile). Esto agilizaría el proceso de revisión de documentos, provee mayor seguridad y genera dificultad de falsificación. Además se ahorra papel.
Implementar tecnologías biométricas. El proceso sería automatizado y se permitiría escanear las huellas dactilares del pasajero.
Avance virtual de la información del pasajero antes de embarcar en el origen. El registro de los datos del pasajero se daría desde que pase el check-in con la aerolínea. Migraciones se interconectaría a este sistema en línea y determinaría si acepta o no al pasajero. Esta idea coincide con el planteamiento de LAP.