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Bolivia destinará este año más de 2.000 militares y policías a su campaña de erradicación de cultivos ilegales de coca, cuyos resultados destacó hoy el presidente del país, Evo Morales, quien volvió a cuestionar el papel de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.
Armados con machetes y piquetas, medio centenar de soldados de la Fuerza de Tarea Conjunta iniciaron hoy las operaciones de esta campaña en una parcela de la comunidad chaco curichal, donde en menos de media hora destruyeron alrededor de media hectárea de cocales, según pudo presenciar Efe.
La planta debe ser arrancada de raíz, ya que si no vuelve a crecer rápidamente.
Morales inauguró esta campaña en un cuartel de Chimoré, en la región cocalera del Chapare, su feudo político y sindical, donde afirmó que Bolivia ha dado pasos importantes en esta dura tarea, que es una tarea para defender la vida.
La ley boliviana establece que el mínimo de hectáreas de cultivos de coca que deben ser destruidos en cada campaña anual es de 5.000, si bien la cifra final en los últimos años ha superado las 10.000 hectáreas.
Los resultados conseguidos por Bolivia en la destrucción de cultivos ilegales de coca han aumentado, según Morales, desde que se nacionalizó esta lucha, frente a los esfuerzos infructuosos contra el narcotráfico de países vecinos en los que hay bases estadounidenses, entre los que citó a Perú y Colombia.
Antes esta tarea de erradicación, con política de coca cero, eran agentes externos, especialmente Estados Unidos, y no traía ningún resultado. Si traía alguno era la violación de los derechos humanos y de nuestra soberanía, espetó el mandatario.