Las investigaciones que sigue la policía tras el relevo del coronel Tomás Garay Durand como director del penal de Lurigancho, a las que este Diario tuvo acceso, refieren que una mafia de presos que controla el ingreso de drogas a ese reclusorio habría complotado contra el oficial.
El oficial dejó el cargo luego de que la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú recibiera un audio en el que presuntamente se le oye pedir S/.5.000 a unos reos a cambio de tener privilegios.
El audio fue grabado por un agente de esa cárcel dado de baja en el 2000 por un caso de extorsión. Los reos involucrados en el complot habrían pagado S/.45 mil para involucrarlo en el supuesto soborno.
Según las investigaciones, Garay aisló en mayo a los vendedores de drogas del centro penitenciario. A tres de ellos los castigó por vender cocaína a reos de pabellones de enfermos.
“Antes Garay había controlado el ingreso de licor y frenó el alquiler mensual de celdas y la venta de alimentos”, contó a El Comercio una fuente cercana a la investigación.
Se supo que Garay recibía amenazas del interior del penal desde el 2012. “Lo llamaban y ofrecían dinero, decían que lo iban a grabar, pero no hizo caso”, agregó la fuente.
El coronel fue destacado a la División de Talento Humano de la PNP mientras duren las investigaciones. Fue reemplazado por el coronel Julio Castañeda Castillo.