MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ (@martiacosta) Redacción online
El hincha, el verdadero hincha de la selección peruana, parece estar condenado al maltrato y al sufrimiento. No solo debe someterse a la dictadura de Manuel Burga al frente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), sino que debe pagar además, altísimos precios por las entradas para los partidos de las Eliminatorias.
El valor de la localidad más cómoda es 80 soles. Entradas para las tribunas populares norte y sur que se venden en el Estadio Nacional y muchas de las cuales han quedado en poder de los revendedores.
La FPF ha demostrado su incompetencia en la lucha contra la reventa. La venta de como máximo cuatro localidades por persona no es suficiente y lo único que provoca es la aparición de más revendedores, que llegan a triplicar y hasta cuadriplicar el valor de las localidades.
El despacho de Burga intentó también con la venta a través de combos: amistoso y partido oficial. Por ejemplo, los hinchas que compraron su entrada para el partido amistoso ante Trinidad y Togado tenían prioridad para adquirir, un día antes, el ticket para el choque del 7 de junio ante Ecuador. Sin embargo, esta medida también fracasó.
La elaboración de un padrón, la venta personalizada o a través de Internet, alternativas que se utilizan en algunos países, no han sido utilizadas.
FALTA DE SEGURIDAD Sin embargo, lo más peligroso ocurrió hoy en el Estadio Nacional, donde los aficionados hacen colas en pésimas condiciones, a merced de delincuentes o revendedores, en medio de peleas y una escasa seguridad.
Esta mañana un grupo de revendedores se enfrentó a hinchas en los alrededores del Estadio Nacional. Las imágenes ponen en evidencia la falta de seguridad. Los inescrupulosos utilizaron palos y fierros para amedrentar a los verdaderos aficionados.
Dado el alto precio de las entradas, la FPF debería garantizar también la seguridad del hincha: antes, durante y a la salida del evento deportivo.
Mientras Manuel Burga y la Federación Peruana de Fútbol no implementen un nuevo sistema de venta o brinden mejores condiciones para la venta de entradas, el negocio evidentemente seguirá siendo para la FPF, pero sobre todo para los revendedores. Quizá los principales beneficiados, así pierda Perú.