La Dirección de Intereses Marítimos, en la base naval de la Marina de Guerra del Perú, se ha convertido en una especie de museo de la memoria marítima. En sus paredes están colgados más de una decena de cuadros de importantes personajes de la historia naval. A ellos se ha sumado un preciado objeto que se exhibe dentro de un vidrio plastificado, en medio de la sala, y que permanece bajo la mirada vigilante de Miguel Grau: el monitor Huáscar de Lego. Aldrin Aguilar, padre de este buque de casi 3 mil piezas, lo visita frecuentemente.
La relación de Aldrin con estas piezas de construcción se dio en su infancia, cuando su padre le regaló un tren de Lego, allá por los años 70. “De sus viajes al extranjero siempre regresaba con cajas de Lego. Eso fue alimentando mi gusto por crear”, recuerda. Sin embargo, cuando comenzó a comprar juguetes para sus hijos se incrementaron sus ganas de construir con legos. Su primera construcción fue una réplica de la casa donde vivió su adolescencia. En el 2014 armó el Palacio de Torre Tagle. “En ese afán por replicar construcciones peruanas se me ocurrió realizar el Huáscar”, cuenta el administrador de 50 años.
A inicios del 2016 emprendió una investigación sobre el histórico buque, símbolo peruano durante la Guerra del Pacífico. Comparó las imágenes que encontró en diversos sitios de Internet para tener en claro el modelo a construir. Luego trabajó el diseño en Lego Digital Designer, un software gratuito de Lego que permite realizar construcciones de forma virtual y, a su vez, emite el listado de piezas a utilizar. El proceso tomó meses porque Aldrin avanzaba por las noches y los fines de semana. Encontrar los ladrillos de plástico fue otra proeza. Hizo varios pedidos online a tiendas de Lego en Estados Unidos para poder concretar el proyecto.
-IDEAS A BORDO-
Dos años después, Aldrin quería postular su escultura –ya construida– al concurso Lego Ideas para que pudiera comercializarse como un set de la propia empresa danesa. Buscó apoyo de la Marina de Guerra para llegar a los 10 mil votos de la primera fase. “Evaluamos la propuesta, la abrazamos y la impulsamos. Es una importante oportunidad para que generaciones jóvenes y no tan jóvenes recuerden el notable legado del almirante Grau y su buque”, señala el contralmirante Rodolfo Sablich Luna Victoria, director de Intereses Marítimos, departamento que promueve actividades para crear conciencia marítima.
La réplica que había trabajado Aldrin, explica el historiador naval y capitán de corbeta Michel Laguerre Kleimann, no correspondía a la que comandó Grau en el combate de Angamos de 1879, sino al museo flotante que actualmente está en Chile. Hay tres diferencias importantes entre ambas versiones: la torre artillada, el mascarón y el trinquete de proa. “En la torre de artillería giratoria, los cañones eran de 10 pulgadas (en la nave que exhibe Chile son de 8 pulgadas). Originalmente, en la proa de la nave peruana se observaba que el mascarón tenía la figura del inca Huáscar (en el combate de Iquique se perdió; ahora ese espacio se observa pintado de dorado). Finalmente, Grau mandó retirar los dos trinquetes en la proa, pues obstaculizaba el ángulo de tiro (en la nave que se encuentra en Chile se han incorporado)”, aclara Laguerre sobre el Huáscar original.
En junio de este año, Aguilar incorporó las modificaciones indicadas por los expertos de la institución. El proyecto fue presentado a Lego Ideas en julio. Gracias a los canales de difusión de la Marina y al voto de los usuarios, se pasó a la segunda fase hace menos de un mes. La decisión ahora está en manos de Lego. Mientras tanto, la Marina prepara futuras exhibiciones para el público general. El monitor Huáscar ha desembarcado en casa. //
EL CAMINO HACIA LEGO
PRIMERA PROPUESTA. En 2016, el diseñador peruano Diego Baca presentó a Lego Ideas una réplica de Machu Picchu de 511 piezas. En setiembre pasado, la compañía danesa evaluó el proyecto pero desestimó convertirlo en set oficial.
CRITERIOS. Según el gerente comercial de Lego Perú, Miguel Estupiñán, en la segunda fase Lego “revisa si la construcción realmente puede tener una demanda en el mundo. Evalúa, además, si es factible producir y comercializar el producto”.