Desde Hewlett Packard hasta Google, pasando por Apple o Intel, las muchas empresas innovadoras -start up- creadas en Sillicon Valley han ayudado a definir el mundo moderno.
Se puede decir que la zona, en la bahía de San Francisco en el norte de California, ha sido la capital mundial del emprendimiento, generando un flujo aparentemente infinito de distintas tecnologías, nuevas empresas y enorme riqueza.
Ahora, varios lugares del mundo están intentando crear un núcleo de start-ups en el mismo estilo.
Le preguntamos a un grupo de expertos de Sillicon Valley por qué creen que el área tuvo tanto éxito y qué consejos les dan a aquellos que quieran emular sus logros.
VINT CERF, GOOGLESilicon Valley es el resultado de una amalgama formada con elementos del mundo académico, el sector privado e inversiones en investigación por parte del gobierno de Estados Unidos, a lo que se le suma una población de emprendedores en serie.
Comenzó con Fred Terman, decano de la Universidad de Stanford, que se dio cuenta de que la inversión federal en investigación condujo a la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Terman hizo uso de esto para multiplicar el departamento de ingeniería de Stanford por tres y animó a los graduados, como (William Redington) Hewlett y (Dave) Packard, a crear nuevas empresas.
El resultado es un flujo continuo de ingenieros bien formados, empresarios, publicitarios, investigadores… una comunidad vibrante que cuenta además con capital de riesgo y personas con experiencia en los negocios que saben cómo y por qué ocurren los fracasos.
Cabe notar que los fallos empresariales o técnicos se consideran experiencia y no una marca indeleble de incompetencia.
El Valley es un lugar pequeño. La gente se conoce entre sí, han trabajado unos con otros o han sido jefes o empleados los unos de los otros.
Además, está la ventaja de que crear una empresa nueva es bastante fácil bajo la legislación de California.
En conjunto, es una cultura excepcional, vibrante e innovadora que continúa arrojando dividendos década tras década.
MICHAEL S. MALONE, ESCRITOR Y PERIODISTA DE TECNOLOGÍASilicon Valley no es tan fácil de replicar.
Una razón es el tiempo: el Valley es la comunidad de alta tecnología más antigua de la Tierra. Originada en el garaje de Packard hace 75 años, se han necesitado más de siete décadas para sortear cada matiz y llenar cada vacío del mundo digital.
Una segunda razón es la ubicación: Silicon Valley, al igual que el valle de Santa Clara, era una zona agrícola apenas poblada al final de la Segunda Guerra Mundial, donde la tierra era barata y con una gran ciudad cerca.
Se benefició grandemente de la migración de estadounidenses, especialmente veteranos, a California y hacia nuevos trabajos en el campo de la tecnología aeroespacial y la electrónica.
La tercera razón es la infraestructura: hay pocos lugares que puedan ofrecer un abanico completo de instituciones educativas, desde escuelas de comercio, pasando por facultades de nivel medio, hasta dos grandes universidades: Stanford y Berkeley.
Todos estos factores se combinaron para crear una cuarta razón para el éxito y la singularidad de Silicon Valley: la cultura.
El valle no tuvo que cargar con viejas actitudes y tradiciones sino que fue libre para crear una cultura propia: atrevida, dispuesta a asumir riesgos, multicultural, de meritocracia y, por encima de todo, emprendedora.
En la base de todo esto está la aceptación –incluso la admiración- del fracaso positivo.
PAUL SAFFO, DISCERN ANALYTICS¿El secreto del éxito de Silicon Valley? Sabemos cómo fracasar y lo hemos hecho durante décadas. El fracaso es lo que impulsa y renueva este lugar. El fracaso es la base para la innovación.
El fracaso es esencial porque incluso las innovaciones y negocios más inteligentes fracasan varias veces antes de tener éxito.
Tome en cuenta el caso de Google: al menos media docena de otras empresas intentaron convertir las búsquedas en negocio, pero Google fue la primera que descifró el código y convirtió la búsqueda en un enorme negocio.
E incluso cuando las empresas tienen éxito, el único camino para sobrevivir a largo plazo es huir hacia el futuro mediante la innovación sin descanso.
Apple, por ejemplo, mató al iPod cuando estaba en su apogeo al incorporar su función de música como una aplicación del iPhone cuando lo presentó en 2007.
Lo ejecutó alegremente así fuera su propio producto porque, de no haberlo hecho, alguien de la competencia lo habría hecho por ellos.
El fracaso es lo que hace que el éxito de Silicon Valley sea tan difícil de reproducir. Los competidores potenciales sólo ven, e intentan copiar, el éxito de Valley.
Para tener éxito se necesita una variedad de jugadores sin miedo -desde inversores de riesgo a bancos, proveedores y un sinnúmero de otros negocios de apoyo- que no teman arriesgarlo todo al respaldar nuevas iniciativas empresariales a menudo excéntricas e impredecibles.
Así que, si quiere ser el próximo Silicon Valley, no copie nuestro éxito. Aprenda a apoyar y animar un fracaso novedoso y, en última instancia, exitoso.
VIVEK WADHWA, EMPRENDEDOR, ACADÉMICO Y AUTORVarias regiones de todo el mundo han intentado copiar a Silicon Valley, pero ninguna lo ha logrado.
Esto es porque se han centrado en intentar recrear su sistema de capital de riesgo, las universidades o el ser incubadoras de empresas start-up.
No se dan cuenta de que lo que realmente hace que vibre Sillicon Valley es su cultura de asumir riesgos y compartir información, la existencia de redes humanas, la apertura a nuevas ideas y la diversidad: más de la mitad de sus innovadores son de origen extranjero.
También ayuda que Silicon Valley tiene un clima excelente, está cerca de las montañas y el océano, y tiene una infinidad de parques estatales donde se pueden hacer excursiones, lo que ayuda a cultivar una cultura de optimismo, apertura, tolerancia y de compartir.
Son ingredientes que no pueden ser recreados fácilmente.
El capital sólo sigue a la innovación, va donde hay oportunidades para generar riqueza, no crea nuevas oportunidades.
Así que este no debería ser el punto de partida para intentar construir un ecosistema de innovación.
Cualquier región que quiera construir su versión de Silicon Valley se debe centrar en su gente y su cultura.
JUDY ESTRIN, EMPRENDEDORASilicon Valley es una combinación única de universidades, empresas, inversores de riesgo, cultura, clima... todo un conjunto de factores que se conjugan.
Normalmente, si se observan los lugares donde hay entornos empresariales, hay al menos dos universidades. Sus estudiantes aportan ideas al mundo.
Necesitas tener al menos una o dos grandes compañías porque, a menudo, los emprendedores son personas que trabajan en una empresa grande y a quienes se les ocurre una idea.
La empresa la rechaza porque no es parte de su línea más amplia de objetivos. Como resultado, el emprendedor deja la empresa y desarrolla la idea por su cuenta.
Así que necesitas grandes empresas para suministrar tanto talento como ideas e infraestructura y, por tanto, necesitas las políticas y los incentivos correctos.
Se trata de asegurarse que no hay políticas que compliquen demasiado la creación de una empresa.
Así que es una combinación de elementos que se pueden intentar para reproducir Silicon Valley.
¿Conseguirás un Silicon Valley exacto?
No. Pero puede surgir un equivalente de ese ecosistema emprendedor para un sector diferente, quizá para atención sanitaria, para la industria de los alimentos, o puede ser para la agricultura.