La “caja tonta” se está volviendo inteligente. Así lo aseguran algunas compañías que prometen convertir un televisor convencional en un “smart tv” (capaz de ofrecer televisión a la carta).
El éxito mundial de plataformas como Netflix y YouTube ha puesto de moda el “streaming”, una tecnología, que permite retransmitir archivos “en tiempo real” y sin límites geográficos. Es la nueva televisión online.
Google (Chromecast), Amazon (Fire TV Stick) y Apple (Apple TV) son los gigantes tecnológicos que dominan este mercado. Pero hay una compañía más pequeña que está ganando protagonismo en todo el mundo y que ha generado polémica en México.
Se trata de Roku, una empresa “pionera” de reproducción por streaming capaz de facilitar “una forma más conveniente y económica de ver televisión”.
Gracias a un dispositivo conectado a internet y un control remoto, los usuarios pueden tener acceso a más de 100.000 películas y episodios de canales gratuitos y de pago.
A través de un aparato, el televisor se vuelve “inteligente” y permite ver archivos que se van actualizando a medida que los vemos, sin necesidad de descargarlos.
Roku está disponible en muchos lugares del mundo. De hecho, en mercados como Estados Unidos, es más grande que Apple y Chromecast, de acuerdo con cifras de la consultoría eMarketer, que le coloca a la cabeza con más de 38 millones de usuarios activos en el país.
Pero, ¿por qué hubo conflicto en México?
El litigio legal
Roku está disponible en Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido y en gran parte de América Latina, desde Chile, Perú y Argentina, hasta El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
La empresa lleva una década ofreciendo televisión en streaming con contenido proporcionado por sus socios.
Cuando se lanzó en otros países no tuvo problemas. Sin embargo, en México la historia fue muy diferente.
Todo comenzó en junio de 2017, cuando la empresa Cablevisión, propiedad de Televisa, inició un proceso legal contra la compañía por “piratear” su contenido.
La firma aseguraba que Roku transmitía ilegalmente contenido televisivo sin pagar derechos de autor y sin pedir permiso.
Según Cablevisión, los dispositivos fueron usados para instalar servicios que no se ofrecieron de manera oficial.
¿Cómo pudo ser eso?
Una persona puede crear un canal que transmita capítulos de una serie, como “El Chavo del 8”, subirlo a internet y promocionarlo en Facebook. Los usuarios que quieran verlo contratan su canal, pagan una cuota y acceden a él a través de Roku.
De acuerdo con Cablevisión, algunos infractores ofrecían de esta manera canales de Televisa, HBO, Cinemax, Cartoon Network y Playboy sin autorización previa.
Esto fue posible porque para transmitir canales en Roku de forma remota no hace falta un código.
De la misma manera que algunos técnicos trucaban el sistema hace años en los televisores de algunos usuarios para que pudieran ver canales de pago, los nuevos “técnicos” de internet -los hackers- estarían aprovechándose de esta tecnología.
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Roku se defendió diciendo que esas aplicaciones no fueron certificadas y que “tomará acciones” para cumplir con la legalidad e “informará al público cuál es su uso correcto”.
“No somos la causa de la piratería en México y estamos luchando contra ella”, declaró.
Un juez ordenó el cese temporal de las ventas de dispositivos Roku en México, aunque la plataforma en línea siguió funcionando.
El 16 de Octubre, el Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México le dio la razón a Roku y levantó la prohibición de sus productos en el país.
En un comunicado, el director legal de Roku, Stephen Kay, dijo que el uso de la tecnología que ofrece su compañía siempre fue y seguirá siendo legal, y que la decisión del tribunal “es una victoria importante para los consumidores, los minoristas y los productores de contenido”.
El director de marketing de la firma, Matthew Anderson, dijo que el streaming es el futuro de la televisión, y que ofrece una gran oportunidad a los consumidores mexicanos, brindándoles más opciones de entretenimiento y la capacidad de ver televisión en sus horarios de preferencia.
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