La escasez de agua se agrava y es un problema global que parece muy difícil de resolver.
Naciones Unidas estima que la mayor parte del agua que usamos se destina a irrigación, y varias investigaciones trabajan sobre distintas ideas para lograr que dure más el agua que se usa para la agricultura.
Por eso las noticias sobre un producto que promete superar el desafío global de cosechar en condiciones áridas causan gran espectativa.
La lluvia sólida es un polvo capaz de absorber enormes cantidades de agua y luego soltarla lentamente a lo largo de un año de tal manera que las plantas puedan sobrevivir y prosperar en medio de una sequía.
Un litro de agua puede ser absorbido por tan sólo 10 gramos de este material, un tipo de polímero absorbente originalmente desarrollado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
En los años 70, el USDA desarrolló un producto superabsorbente hecho con un tipo de almidón al que denominaron súper sorbedor, y cuyo uso más extendido y comercial ha sido en pañales desechables.
Pero Sergio Rico Velasco, un ingeniero químico mexicano, vio que el producto podía llegar más lejos y desarrolló y patentó una versión diferente de la fórmula: granos de un polímero modificado atrapan el agua, que se concentra en pequeñas esferas en forma de gel.
Esto puede mezclarse con tierra para retener agua y luego alimentar las plantas lentamente.
AGUA EN GRANO Rico Velasco formó una compañía y lleva 10 años vendiendo lluvia sólida en México. La empresa afirma que el gobierno mexicano hizo pruebas con su producto y observó que las cosechas podían incrementarse en un 300% cuando se añadía este polvo a la tierra.
De acuerdo a Edwin González, vicepresidente de la empresa Lluvia Sólida, el producto es ahora aun más atractivo por la creciente preocupación en torno a la escasez de agua.
Funciona encapsulando el agua, y nuestro producto dura entre 8 y 10 años en el suelo, dependiendo de la calidad del agua. Si usas agua pura, dura más, explica González, en conversación con la BBC.
Los productores recomiendan utilizar unos 50kg por hectárea, una cantidad que cuesta U$1.500.
González insiste en señalar que la lluvia sólida es completamente natural y no daña la tierra incluso aunque se utilice por muchos años.
Nuestro producto no es tóxico, está compuesto de una bioacrilamida. Después de desintegrarse, la sustancia se convierte en parte de la planta, no es tóxica, dice el directivo de la compañía.
DUDAS DE LA CIENCIA Sin embargo, no todo el mundo está convencido de que la lluvia sólida sea una solución para el problema de la sequía.
Linda Chalker-Scott, de la Universidad del Estado de Washington, en EE.UU., dice que quienes se dedican a la jardinería conocen estos productos desde hace años.
No son nuevos, y no hay evidencias científicas que sugieran que pueden retener agua durante un año, o durar 10 años en la tierra, aclara Chalker-Scott, al ser consultada por la BBC.
Otro problema práctico es que el gel puede causar tanto daños como beneficios. A medida que se va secando, absorbe el agua de alrededor con más fuerza. Eso significa que comenzará a tomar agua directamente de las raíces de las plantas, agrega la investigadora.
Chalker-Scott realizó un estudio en Seattle con árboles trasplantados y observó que el abono de viruta de madera era tan efectivo como añadir materiales en polvo o en gel a la tierra. Y además, era bastante más barato.
De todos modos, Edwin González sostiene que la lluvia sólida es diferente.
En los últimos tres o cuatro años han surgido otros competidores. Los que no duran tanto son los de sodio, no absorben demasiado. Los de potasio, como el nuestro, son considerados los mejores productos, dice.
A pesar de que la ciencia aún no está muy segura sobre los beneficios de productos como estos, González dice que su compañía se ha visto inundada de preguntas desde distintas zonas secas del planeta, incluyendo India y Australia.
También tienen varios pedidos desde Reino Unido, donde en general la falta de agua no es un problema.