Nueva York. (AP). Ngbokoli, de 37 años, enfrenta la posibilidad de morir por un cáncer de seno y se ha asegurado de que sus hijos, de 6 y 4 años, sepan lo que los quiere, lo que les hablaba y los consejos que les haya dejado aún mucho tiempo después que no esté con ellos.
Con la asistencia gratis de una organización llamada Thru My Eyes (A través de mis ojos), Ngbokoli, grabó un video de recuerdos y orientaciones. “Quiero decir a mis hijos todo lo que pueda, dejarles algo para que recuerden”, agrego.
(El video pertenece a otra paciente. Continúa leyendo después del video)
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Dejar un video de despedida no es nada nuevo. Michael Keaton lo hizo en la película “My Life” de 1993, aunque está rebasada la circunstancia en la que una persona agonizante conversa sola frente a una cámara que nadie maneja montada sobre un trípode o en la que se gastan cientos de dólares para que un profesional capte las imágenes y la voz.
Thru My Eyes y Memories Live, figuran entre las organizaciones sin fines de lucro que ofrecen este servicio a personas con enfermedades terminales, casi siempre enfermos de cáncer con niños chicos, consiguen apoyo técnico y emocional.
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E. Angela Heller, trabajadora social de pacientes con cáncer en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, ha remitido a media decena de los enfermos a Thru My Eyes, organización fundada por una sobreviviente de cáncer. “Todos han dicho que es una experiencia maravillosa”, dijo Heller.
Carri Rubenstein, de 61 años, es la cofundadora y presidenta de Thru My Eyes, que ha completado más de 40 videos.
Rubenstein sobrevivió al cáncer y tuvo la idea cuando escuchó hace algunos años a una amiga con diagnóstico adverso que expresó su deseo de que alguien la ayudara a hacer un video para su familia.
Rubenstein había deseado que los videos fuera un servicio gratis, así que con la asistencia de su esposo, que es abogado, creó el grupo sin fines de lucro. Rubenstein acepta donaciones y realiza actividades de recaudación de fondos.
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