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“Los niños que jueguen con ella no estarán hablando solo con una muñeca, estarán hablando directamente con un conglomerado de empresas jugueteras que tienen en ellos un interés financiero”.
Son palabras de Susan Linn, la directora de la Campaña para una Infancia Libre de Anuncios, una organización que defiende los derechos de los niños como consumidores.
Y la muñeca de la que habla es nada más y nada menos que la versión más innovadora del juguete insignia de Mattel, Hello Barbie.La empresa californiana ya ha salido al paso de estas acusaciones, y ha negado que la muñeca espíe a los niños.
“Hello Barbie cumple con los estándares de seguridad exigidas por el gobierno de Estados Unidos, incluyendo la Ley de Protección Cibernética de Menores”, ha asegurado Mattel a través de un comunicado
“Realmente interactiva”
Hello Barbie y es la primera muñeca realmente interactiva del mercado. Esto es, no solo es capaz de repetir unas frases pregrabadas, sino que puede mantener una conversación con los niños que juegan con ella.
Lo hace gracias a un software diseñado por la empresa californiana ToyTalk y que emplea algoritmos de aprendizaje automático. Esto significa que este modelo almacena charlas para desarrollar futuras habilidades conversacionales. Además, todo lo que graba queda almacenado en los servidores de la compañía durante dos años. Y es eso lo que asusta a la organización de Linn y otras asociaciones de consumidores.
La empresa de seguridad cibernética Bluebox apoya su teoría, tras haber analizado el producto. Y también el experto Matt Jakubowski, quien hackeó el sistema de las muñecas y a través de las conversaciones grabadas pudo acceder a detalles privados de una familia, incluso conocer la ubicación de un niño.
“Tuve acceso a información que nunca hubiera tenido que obtener”, dijo a la edición de Chicago del medio estadounidense NBC. Mattel lo niega tajante, y asegura que la muñeca no violará en ningún caso la privacidad de los menores.
La compañía explica que guardará las conversaciones solo para ir perfeccionando el producto. Y promete que las grabaciones de los niños no podrán ser escuchadas por nadie ni se venderán a terceros.
Además, hace incapié en que los padres deberán autorizar que Hello Barbie empiece a grabar. “Los padres podrán escuchar las conversaciones que sus hijos mantienen con Hello Barbie y, si así lo deciden, podrán borrar los diálogos almacenados en cualquier momento”, añade.
“Como líderes de la industria juguetera durante más de 70 años sabemos que la principal preocupación de los padres es la seguridad”, sentencia.
Aprendizaje constante
Para que Hello Barbie deje de ser un muñeca común y se vuelva un juguete interactivo se necesitan dos cosas. Primero, es imprescincible que haya una conexion wifi en el lugar en el que se vaya a utilizar.
Y segundo, hay que pulsar un botón. Éste activará un pequeño micrófono que Hello Barbie lleva en el interior, y solo así podrá empezar a grabar. Después, todo lo que registre viajará por la red hasta un servidor de Mattel, donde se procesarán los cortes y se los harán llegar a los diseñadores del software de aprendizaje automático.
Esta tecnología se llama PullString, y la diseñó la empresa ToyTalk, con sede en San Francisco, California (EE.UU.). PullString reconoce los diálogos, chistes, canciones o rimas que el niño recita. Y para darles respuesta ToyTalk escoge de entre unas frases pregrabadas la más adecuada a cada situación.
De acuerdo a las especificaciones de Mattel, Hello Barbie está programada con más de 8.000 líneas de diálogo y 20 juegos interactivos, y puede funcionar durante una hora entera sin necesidad de recargar su batería.
El Siri de los niños
Pero este software no solo se limita a grabar y responder con ese material pregrabado. PullString reutiliza lo registrado para perfeccionarse constantemente y lograr así una conversación cada vez más fluida con los menores.
Además, “la muñeca fue diseñada para redireccionar conversaciones inapropiadas”, dice Mattel. “No repetirá las palabras malsonantes. En su lugar, contestará al niño con una pregunta”.
El fundador de ToyTalk, Oren Jacob, asegura que es la forma más práctica de integrar el uso del lenguaje en el desarrollo de los niños. La empresa se inspiró en los sistemas de reconocimiento de voz que permiten dar órdenes a los teléfonos inteligentes, a las tabletas o a las computadoras.
En ese sentido, sería como el Siri de Apple, el Cortana de Microsoft o el Google Now de Google, pero adaptado a las necesidades de los niños, insiste la startup. Pero varias organizaciones de consumidores insisten en que en que las filtraciones de datos están a la orden del día, y que no es posible garantizar que la información grabada por Hello Barbie no terminará en manos de terceros.
Además, denuncian que el sistema dirige y condiciona el aprendizaje de los menores sin tener en cuenta criterios como el de la imaginación. Sea como sea, la muñeca ya se puede comprar.