Unos 20.000 habitantes de las zonas afectadas por el terremoto del domingo pasado tienen conexión 4G LTE. Se usó tecnología de acceso a Internet móvil a través de globos que vuelan a 20 km en la estratósfera.
Además de todas las acciones de emergencia tomadas por las autoridades luego del terremoto de magnitud 8 ocurrido la madrugada del pasado domingo en Loreto, se decidió mantener a la población afectada con conectividad a Internet.
Por ello, tal como sucedió hace dos años tras las inundaciones en Piura por el fenómeno de El Niño, Telefónica se unió con la empresa Loon para facilitar –solo 48 horas después del sismo– acceso a Internet móvil usando globos estratosféricos. Estas máquinas voladoras sirven como torres de interconexión, que captan la señal de Internet móvil (LTE) desde la Tierra y la irradian luego a estas zonas de difícil acceso.
“Venimos trabajando con Telefónica y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) desde hace varios años. Incluso, a inicios del 2017, trabajamos muy cerca para atender a los damnificados de las inundaciones en el norte. Al saber del terremoto, llamamos al MTC y a Telefónica para ver si podíamos ayudar nuevamente. Usamos la infraestructura de nuestras etapas de prueba para llevar a la zona afectada conexión 4G”, explicó a El Comercio Alastair Westgarth, CEO de Loon, una empresa de Alphabet, que es a su vez matriz de Google.
Según detalló Westgarth, estos globos pueden cubrir un área entre los 5.000 km2 y 6.000 km2. “Tenemos en funcionamiento entre 10 y 20 globos, configurados para cubrir las zonas alrededor de Tarapoto, Yurimaguas e Iquitos. Calculamos que estamos brindando conectividad a unas 20.000 personas. La idea es lograr tener una base conectada más amplia”.
Loon se encuentra en la fase final de las negociaciones de un contrato comercial de larga duración con Telefónica, justamente para atender las necesidades de accesibilidad a Internet móvil en lugares remotos y de difícil acceso.
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—RÁPIDA RESPUESTA—El Perú es uno de los países donde se ha probado esta tecnología desde el 2016, cuando aún era un proyecto de X, la compañía de Google dedicada a innovaciones disruptivas.
Pero recién desde el último mes Loon se encuentra en una fase de instalación de infraestructura y prueba de sus globos. Incluso cuenta con un equipo local de recuperación para cuando los globos dejan de funcionar.
“Cada globo tiene una vida útil de unos 150 días, pero cuenta con varios dispositivos de seguridad. Cuando sabemos que se está acercando el final de alguno, coordinamos con las autoridades aéreas más cercanas para pedir autorizaciones para el aterrizaje del globo. Ya contamos con equipos de recuperación en el Perú que se encargan de ir por los aparatos, y devolverlos a nuestros talleres. Allí se revisan todos los componentes y los que no se pueden reusar se eliminan de manera responsable con el planeta”, detalla Westgarth en comunicación telefónica con este Diario.
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Por sus características, la empresa estadounidense ha ido mejorando en su capacidad para responder ante situaciones de emergencia. No solo tienen como experiencia previa las inundaciones en Piura en el 2017.
Ese mismo año, usaron sus globos para dar acceso a Internet a los damnificados tras el paso del huracán María en Puerto Rico. Sin embargo, en esa oportunidad les tomó casi cuatro semanas empezar a brindar el servicio. En el caso del terremoto en Loreto, en 48 horas ya tenían en servicio el primer globo. “Fue fundamental haber implementado previamente la red Loon”, indicó Westgarth.
Los globos de Loon utilizan energía solar para funcionar y actúan como grandes repetidoras de señal de Internet. Durante los últimos años, han ido modificando y mejorando su algoritmo para sobrevolar un territorio determinado, sin importar las particulares condiciones del viento con la que cuenta cada zona de nuestro planeta.
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