(AGENCIAS). Veintidós ballenas piloto quedaron varadas en una playa en Nueva Zelanda, un día después que un grupo de socorristas las había devuelto al mar, según informaron los medios locales.
Fuentes del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda informaron hoy que 14 de las 22 ballenas han muerto y las ocho restantes serán sacrificadas debido al deterioro de la salud de los animales, según Radio New Zealand.
Estos animales, que se distinguen por tener una cabeza curva, pertenecían a una manada formada por 60 ballenas que habían encallado el último martes cerca de las costas de la localidad de Opotiki. Sin embargo, más de 20 fallecieron en ese momento.
Los socorristas esperaban que todas las ballenas que habían sido reflotadas regresarán a alta mar. No obstante, lo que pareció una misión exitosa, tuvo un final triste que cobró la vida de 58 cetáceos en total. “Cuando estos magníficos animales se encuentran fuera de su hábitat natural sufren un fuerte estrés”, señaló Darren Grover, miembro de la asociación Project Jonah, citado por la agencia AFP.