La empresa estadounidense de defensa Lockheed Martin llegó a un acuerdo con la australiana de tecnología Electro Optic Systems para la construcción de una estación de rastreo de basura espacial.
Esos desechos pueden dañar los satélites que orbitan la Tierra, causando pérdidas millonarias.
La estación, que se instalará en el occidente australiano, utilizará tecnología óptica avanzada y rayos láser para detectar, rastrear e identificar objetos en el espacio.
Hay unos 2.000 satélites comerciales y pertenecientes a gobiernos orbitando nuestro planeta.
Cada día se enfrentan con hasta 200 amenazas de basura espacial; algunas, tan pequeñas como una uña, pero igualmente peligrosas ya que viajan a casi 30.000 km/h.
Se estima que hay unos 300.000 fragmentos de chatarra espacial, que llegan a tener el tamaño de un melón. En promedio, un satélite es destruido cada año por estos desechos.