Muchos de los impactos del calentamiento global son ya “irreversibles”, según la última evaluación de la ONU.
Aún así, los autores de este nuevo informe, publicado este lunes y que actualiza desde 2014 lo que se sabe acerca del calentamiento global y sus efectos, señalan que todavía hay un breve lapso de tiempo para evitar lo peor.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte que los seres humanos y la naturaleza están siendo empujados más allá de su capacidad de adaptación.
Más del 40% de la población mundial es “altamente vulnerable” al clima, de acuerdo al sombrío estudio.
No obstante, añade que existe la esperanza de que si el aumento de la temperatura se mantiene por debajo de 1,5 °C, se reducirán las pérdidas proyectadas.
Solo cuatro meses después de la COP26, donde los líderes mundiales se comprometieron a tomar medidas de forma rápida para frenar el cambio climático, este nuevo estudio de la ONU revela la escala de su tarea.
“Nuestro informe indica claramente que los lugares donde la gente vive y trabaja pueden dejar de existir, que los ecosistemas y las especies con los que todos hemos crecido y que son fundamentales para nuestras culturas y conforman nuestras lenguas pueden desaparecer”, dijo Debra Roberts, copresidenta del IPCC.
“Así que este es realmente un momento clave. Nuestro informe señala muy claramente que esta es la década de acción, si vamos a cambiar las cosas”.
El informe del IPCC es el segundo de tres revisiones del organismo de investigadores climáticos más importante del mundo.
El primero, publicado el pasado agosto, destacó la escala del efecto que los humanos estaban teniendo en el sistema climático.
Este nuevo informe analiza las causas, los impactos y las soluciones al cambio climático. Da la indicación más clara hasta la fecha de cómo un mundo más cálido está afectando a todos los seres vivos de la Tierra.
El documento es un relato descarnado de las feroces consecuencias que el mundo ya está experimentando, como un número creciente de personas que mueren a causa del calor.
Pero los autores dicen que todavía hay una breve ventana de tiempo para evitar lo peor.
“Una de las cosas que creo que está muy, muy, clara en el informe es que sí, las cosas están mal, pero en realidad, el futuro depende de nosotros, no del clima”, señaló Helen Adams, autora principal del informe, y científica del King's College de Londres.
El análisis muestra que los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, como las inundaciones y las olas de calor, están afectando a los humanos y a otras especies mucho más de lo que indicaban las evaluaciones anteriores.
Si bien todos se ven afectados, algunos están siendo golpeados mucho más fuerte, según la región en la que viven.
Entre 2010 y 2020, por ejemplo, 15 veces más personas murieron a causa de inundaciones, sequías y tormentas en regiones muy vulnerables -incluidas partes de América Central y del Sur, de África, y del sur de Asia- que en otras partes del mundo.
Los arrecifes de coral se están blanqueando y muriendo por el aumento de las temperaturas, mientras que muchos árboles sucumben a la sequía.
Si el aumento de las temperaturas alcanza 1,5 °C sobre los niveles de la década de 1850 (superando el 1,1°C actual), el aumento continuo y acelerado del nivel del mar afectará cada vez más a los asentamientos costeros empujándolos hacia la “inmersión y la pérdida”.
Bajo todos los escenarios de emisiones, el IPCC espera que mil millones de personas más estén en riesgo por los peligros específicos para las costas en las próximas décadas.
Si las temperaturas aumentan entre 1,7 °C y 1,8 °C, el informe afirma que la mitad de la población humana podría estar expuesta a períodos de condiciones climáticas potencialmente mortales derivadas del calor y la humedad.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, describió al informe como un “atlas del sufrimiento humano”, y dijo no tener ninguna duda de quién tiene la culpa.
“Los hechos son innegables. Esta abdicación del liderazgo es criminal. Los mayores contaminadores del mundo son culpables del incendio intencionado en nuestro único hogar”.
Es probable que las enfermedades se propaguen más rápidamente en las próximas décadas, advierten los autores del estudio.
Existe un riesgo particular de que las condiciones climáticas cambiantes faciliten la propagación del dengue, transmitido por mosquitos, a miles de millones más para fines de este siglo.
Además de los impactos en la salud física, por primera vez el informe afirma que el cambio climático puede estar exacerbando los problemas de salud mental, incluidos el estrés y el trauma relacionados con los fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de medios de subsistencia y cultura.
En cuanto a solucionar los problemas con tecnología, el informe desdeña ideas como desviar los rayos del sol o eliminar el dióxido de carbono del aire, alertando de que podrían empeorar las cosas.
El resumen para los formuladores de políticas se enfoca en cambio en el “desarrollo de resiliencia al clima”, que contribuye -según dicen los autores- a desarrollar la fuerza necesaria para hacer frente al cambio climático en cada sociedad.
“Si nuestras vías de desarrollo son aquellas en las que los sistemas de salud no mejoran mucho, la educación no mejora mucho, nuestras economías no crecen muy rápido y la desigualdad sigue siendo un gran problema, ese es un mundo donde una parte concreta de cambio climático va a tener un impacto realmente grande”, enfatiza Brian O'Neill, autor y coordinador principal del informe.
“En cambio, si es un mundo en el que realmente estamos progresando rápidamente en educación, salud y pobreza, si el cambio climático se impone en esa sociedad, el riesgo será mucho menor”.