Agencia Materia
Buenas noticias para decenas de miles de personas que han perdido la visión por quemaduras, infecciones, accidentes con sustancias químicas o que padecen alguna enfermedad degenerativa en los ojos. En estas cegueras suele estar implicada una pérdida de transparencia de la córnea, la capa frontal del ojo humano.
Investigadores estadounidenses han conseguido ahora producir córneas humanas a partir de células madre adultas, aquellas con capacidad para regenerar tejidos en continuo desgaste. Es, según aseguran en un comunicado, “el primer tejido cultivado a partir de una célula madre adulta”, un hito que consigue que la medicina regenerativa aplicada a la visión sea cada vez más certera.
Los científicos, de la Universidad de Harvard (EE.UU.), han empleado las esquivas células madre del limbo del ojo de personas que donaron su cuerpo a la ciencia. Para encontrar estas células, que son muy difíciles de identificar y que en condiciones normales sirven para mantener y regenerar el tejido de la córnea, los investigadores han buscado una molécula característica de ellas, la denominada ABCB5.
Tras detectar las células madre del limbo, una zona del ojo situada detrás de la córnea, los investigadores las emplearon para producir “córneas humanas totalmente funcionales” en ratones.
“Estos resultados harán que sea mucho más sencillo restaurar la superficie de la córnea. Es un muy buen ejemplo de investigación básica traduciéndose rápidamente a una aplicación”, afirma Bruce Ksander, uno de los principales autores del trabajo, publicado en la revista “Nature”. Hasta la fecha, se han llevado a cabo trasplantes de células o de tejidos para facilitar la regeneración de la córnea, pero sin saber si en el injerto había realmente lo importante, las células madre del limbo, por lo que los resultados eran inconsistentes.
“Una parte muy emocionante del estudio es que, aunque hay bastantes evidencias de que las células madre adultas contribuyen a regenerar los tejidos, lo que vemos aquí es básicamente la primera evidencia de que puedes coger células madre adultas y regenerar el órgano dañado”, afirma Natasha Frank, de la Universidad de Harvard.