Tokio (EFE). Varios cerezos que brotaron a partir de semillas enviadas al espacio en el 2008 han asombrado a los botánicos japoneses, al haber logrado florecer varios años antes de lo normal, sin que la ciencia pueda explicar este fenómeno.
Las semillas de las que germinaron fueron enviadas en un cohete junto al astronauta japonés Koichi Wakata a la Estación Espacial Internacional (EEI), de la que hoy es comandante.
El proyecto, bautizado como Cerezo del espacio y concebido por la empresa tokiota Japan Manned Space Systems, consistió en enviar 265 semillas en mayo del 2008 a la EEI, de donde regresaron, junto a Wakata, en julio del 2009.
Todas ellas pertenecían al legendario y reverenciado Chujohimeseigan-zakura, un cerezo de unos 1.250 años de edad plantado en el templo Ganjoji de la ciudad de Gifu.
El botánico Takao Yoshimura, de 78 años, decidió plantar una de ellas hace cuatro años en el mismo Gangoki, y optó por cubrir la tierra con musgo de turbera debido a lo difícil que ha sido siempre hacer crecer algo a partir de los frutos del Chujohimeseigan.
El árbol que brotó en Gangoji ha sido noticia este año por su inusualmente rápido florecimiento, según contó hoy en su edición web el diario “Asahi”.
En esos cuatro años, el joven cerezo ha alcanzado los cuatro metros y esta primavera, por primera vez, produjo diez brotes que florecieron el pasado 4 de abril.
El propio Yoshimura, aseguró al “Asahi”, que un cerezo tarda unos 10 años o más en dar flores, y explicó que otros árboles plantados de esas “semillas espaciales” en las prefecturas de Kochi (sur) y Yamanashi (centro) también han florecido este año.
Por su parte, el botánico, Kaori Tomita, que participó en el proyecto Cerezo del espacio, afirmó que la ciencia no puede explicar de momento el rápido desarrollo de estos especímenes.
“Existe, teóricamente, la posibilidad de que el entorno cósmico tuviera un determinado impacto en los agentes de las semillas que controlan la floración y el proceso de crecimiento, aunque en realidad no tenemos manera de averiguar por qué los árboles han florecido tan pronto”, sentenció.
La floración de los cerezos es un importante acontecimiento anual en todo Japón, donde la gente se lanza a parques y templos cada primavera para el llamado “hanami”, la tradicional observación de las flores rosadas.