Todas las restricciones de covid terminarán en Inglaterra el jueves y las pruebas masivas gratuitas se detendrán a partir del 1 de abril.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dio a conocer este lunes su plan Living with covid (“Convivir con la covid”) y les dijo a los parlamentarios que se eliminará la obligación legal de aislar a aquellos que dieron positivo al virus.
Y a partir del 1 de abril, la distribución de pruebas gratuitas estará dirigida a los más vulnerables, dijo Johnson.
Pero la Asociación Médica Británica, un sindicato de médicos, dijo que el plan no protegerá a las personas con mayor riesgo frente a la covid.
Los partidos de oposición, en tanto, señalaron que el plan del primer ministro para salir de la pandemia se mueve demasiado rápido y expresaron su preocupación por la reducción de las pruebas gratuitas.
Hablando el lunes por la noche en conferencia de prensa, Johnson dijo: “Hoy no es el día en que podemos declarar la victoria sobre la covid, porque este virus no va a desaparecer, pero es el día en que todos los esfuerzos de los últimos dos años finalmente nos permiten protegernos mientras restauramos nuestro libertades en su totalidad”.
“Después de dos de los años más oscuros y sombríos de nuestra historia en tiempos de paz, creo que este es un momento de orgullo para nuestra nación y una fuente de esperanza para todo lo que podemos lograr en los años venideros”, agregó.
Dijo que la nación superó el punto ágido de ómicron, con una caída de casos y admisiones hospitalarias, y ahora se puede completar la “transición de regreso a la normalidad” mientras se mantienen las contingencias para responder a un resurgimiento o una nueva variante del virus.
El director médico de Inglaterra, Chris Whitty, sostuvo que el fin de las restricciones frente al virus es producto de un “cambio gradual y constante durante un período de tiempo”, y agregó: “Esto no es un 'todo se detiene' repentino”.
El funcionario añadió que la cantidad de personas infectadas con ómicron todavía es “muy alta”.
Las cifras de infección de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) la semana pasada estimaron que una de cada 20 personas en Inglaterra tenía covid.
Whitty indicó que el consejo de salud pública para las personas con covid seguirá siendo autoaislarse para evitar que contagien a otros, como lo sería para muchas otras enfermedades altamente infecciosas.
Patrick Vallance, el principal asesor científico del gobierno de Reino Unido, advirtió que el virus continuará evolucionando durante los próximos dos años y que no hay garantía de que las futuras variantes vayan a ser menos graves que ómicron.
Argumentó que es crucial que la nación mantenga un sistema de vigilancia del virus para monitorear nuevas amenazas y la capacidad de “aumentar” las medidas nuevamente de forma rápida para proteger a los vulnerables.
Desde este lunes 21 de febrero: el gobierno elimina la guía para el personal y los estudiantes en la mayoría de los centros educativos y de cuidado infantil, que suponía realizar pruebas a asintomáticos dos veces por semana.
A partir del jueves 24 de febrero:
A partir del 1 de abril:
Boris Johnson les dijo previamente a los parlamentarios que es el momento de pasar de las restricciones gubernamentales a una fase en la que los ciudadanos ejerzan la responsabilidad personal.
Es solo porque los niveles de inmunidad son tan altos y las muertes están ahora “por debajo de lo que normalmente se esperaría para esta época del año” que el gobierno pudo levantar las restricciones, explicó.
Como ómicron es menos grave, hacer pruebas a “escala colosal” es menos importante y menos valioso para prevenir enfermedades graves, agregó.
Se seguirán proporcionando pruebas de flujo lateral gratuitas limitadas para los grupos más vulnerables, precisó el primer ministro, y los ministros trabajarán con los minoristas para garantizar que todos los que quieran una prueba puedan comprar una.
El primer ministro no especificó qué grupos de personas se considerarán “más vulnerables”.
Para evitar el almacenamiento de pruebas de flujo lateral gratuitas antes del 1 de abril, las personas solo podrán solicitar una caja de pruebas cada tres días en lugar de cada 24 horas.
Una vez que las pruebas ya no sean gratuitas, los ministros esperan que se desarrolle un mercado para las pruebas de flujo lateral, y se espera que las pruebas individuales cuesten unas pocas libras.
La reducción de las pruebas se produce después de que Johnson le dijera previamente a la BBC que el gobierno gastó 2.000 millones de libras (US$2.700 millones) en el sistema de pruebas solo en enero.
Johnson indicó que se implementarán “vacunas y tratamientos específicos” para los más vulnerables, y que el gobierno seguirá la recomendación del organismo asesor de vacunas de Reino Unido para ofrecer un refuerzo adicional a los mayores de 75 años y a los más vulnerables mayores de 12 años esta primavera boreal.
Agregó que el gobierno mantendrá su fortaleza para responder a los rebrotes del virus, por ejemplo a través de la encuesta de vigilancia de infecciones de la Oficina de Estadísticas Nacionales para realizar un seguimiento de los aumentos repentinos cuando ocurran.
Análisis de Nick Triggle, corresponsal de salud de la BBC
Los ministros han tomado un hacha frente a las pruebas, yendo más allá de lo que muchos expertos piensan que deberían haber hecho.
Varios pidieron que las pruebas rápidas de flujo lateral estén disponibles para las personas mayores y aquellas con problemas de salud, para que puedan hacer que sus familiares y amigos las usen antes de visitarlos.
En cambio, más allá del personal de atención social, solo aquellos que se consideren en riesgo tendrán acceso a las pruebas en la comunidad, y solo si tienen síntomas.
El grupo de riesgo no se ha definido, pero es probable que sean los más vulnerables los que se beneficiaráºn de los tratamientos antivirales para reducir el riesgo de que necesiten hospitalización. Esto incluye a los gravemente inmunocomprometidos. Una persona saludable de 80 años no calificaría.
Estos cambios entrarán en vigor el 1 de abril y, para esa etapa, los niveles de infección podrían estar en tasas muy bajas. La reducción puede no parecer tan significativa si ese es el caso.
Pero la gran advertencia es que el gobierno conservará la capacidad de aumentar las pruebas si las circunstancias lo exigen, ya sea porque las tasas de infección empeoren o porque surja una nueva variante.
Johnson también prometió que el gobierno de Reino Unido continuará trabajando con las administraciones descentralizadas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte mientras deciden cómo llevar adelante sus propios planes.
La secretaria de salud escocesa, Humza Yousaf, dijo que las pruebas gratuitas y el autoaislamiento cuando las personas dan positivo son herramientas efectivas para contener el virus y explicó que el consejo de salud pública que ha recibido el gobierno escocés “no recomienda eliminar estas importantes intervenciones en este momento”.
Pidió al gobierno de Reino Unido que continúe proporcionando fondos “adecuados” para que todas las partes hagan lo que consideren necesario para combatir el virus.
El ministro de Salud de Irlanda del Norte, Robin Swann, dijo que su departamento “consideraría detenidamente” el plan de Inglaterra, pero que no se han tomado decisiones sobre los cambios en el programa de pruebas y rastreo de su país.
El líder laborista Keir Starmer describió el plan del primer ministro como un “anuncio a medias de un gobierno paralizado por el caos y la incompetencia”.
Dijo que la estrategia del primer ministro no es “un plan para vivir bien con la covid” y que dejaría al país en situación de vulnerabilidad.
Chaand Nagpaul, presidente del consejo de la Asociación Médica Británica, dijo que la estrategia descuida a algunos de los más vulnerables de la sociedad y, en lugar de darles más libertad a las personas, es probable que cause “más incertidumbre y ansiedad”.
“Vivir con covid-19 no debe significar ignorar el virus por completo, lo que en muchos aspectos parece hacer el plan del gobierno en Inglaterra”, dijo.
Nagpaul pidió “claridad urgente” sobre las pruebas para los trabajadores del servicio público de salud para proteger al personal y a los pacientes y que “se deben mantener las protecciones para los más vulnerables, incluida la provisión de mascarillas mejoradas y una guía clara tanto para los pacientes como para los médicos”.
Chris Hopson, director ejecutivo de NHS Providers, que representa a los fideicomisos de los hospitales, dijo que muchas figuras del servicio de salud británico están “preocupadas por el impacto potencial de estas decisiones” y que es “vital” que el gobierno esté listo para restaurar los sistemas de vigilancia y pruebas eliminados en caso de que sean necesarios.
Los ministros deben evaluar el impacto de restringir el acceso a las pruebas gratuitas, dijo, y advirtió que existe el riesgo de “exacerbar significativamente las desigualdades en salud”.
La organización benéfica Blood Cancer UK acusó al gobierno de levantar las restricciones “sin un plan para proteger a las personas inmunodeprimidas” y advirtió que la medida dejará a muchos de ellos “sintiéndose abandonados”.
Añadió que de las 500.000 personas gravemente inmunodeprimidas en Reino Unido, unas 230.000 tienen leucemia.
Las medidas del Plan B, introducidas en diciembre para detener la propagación de la variante ómicron, incluido el requisito de usar máscaras en lugares públicos y el uso de pases covid para grandes eventos, fueron abolidas en Inglaterra el mes pasado.
Las mascarillas continúan siendo una condición para el transporte en la red de transporte de Londres, pero el alcalde de la capital británica, Sadiq Khan, dijo el lunes que espera que las reglas se levanten luego del anuncio del primer ministro.