El cambio climático es el responsable de la pérdida de hábitats de muchas especies en el planeta, sin embargo, las más afectadas, según un estudio publicado en la revista Nature, son las marítimas. Esto después de analizar la situación de los seres vivos y darse cuenta de que aquellas que viven en tierra firme han tenido “mejor suerte”.
Esta vulnerabilidad de las criaturas marinas puede afectar significativamente a las comunidades humanas que dependen de los peces y los mariscos para la alimentación y la actividad económica. Por esto, el estudio comparó la sensibilidad de las especies marinas y terrestres de sangre fría a este fenómeno y su capacidad para refugiarse del calor mientras se mantienen en sus hábitats normales.
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Los autores analizaron investigaciones mundiales sobre casi 400 especies, desde lagartijas y peces hasta arañas. Calcularon las condiciones de seguridad para 88 especies marinas y 294 terrestres, así como las temperaturas más frescas disponibles para cada especie durante las partes más calurosas del año.
“Encontramos que, a nivel mundial, las especies marinas se están eliminando de sus hábitats al aumentar la temperatura dos veces más que las especies terrestres”, comenta el autor principal, Malin Pinsky, profesor asociado del Departamento de Ecología, Evolución y Recursos Naturales de la Universidad de Rutgers New Brunswick, agregando que “los hallazgos sugieren que se necesitarán nuevos esfuerzos de conservación si el océano va a continuar apoyando el bienestar humano, la nutrición y la actividad económica”.
Los investigadores encontraron que las especies marinas tienen, en promedio, más probabilidades de vivir al borde de temperaturas peligrosamente altas. Además, muchos animales terrestres pueden esconderse del calor en bosques, áreas sombreadas o subterráneas, un lujo que no está abierto a muchos animales marinos. La pérdida de una población puede agotar la diversidad genética de las especies, tener impactos en cascada en sus depredadores y presas y alterar los ecosistemas que benefician a la sociedad humana.
El estudio señala que las extinciones antiguas a menudo se han concentrado en latitudes específicas y en ecosistemas concretos cuando el clima cambió rápidamente. Es probable que el calentamiento futuro provoque la pérdida de más especies marinas de los hábitats locales y una mayor rotación de especies en el océano.
“Comprender qué especies y ecosistemas se verán más gravemente afectados por el aumento de las temperaturas a medida que avanza el cambio climático es importante para dirigir la conservación y la gestión”, señala el estudio.
Con información de: GDAEmol – Chile
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