El lavado frecuente de las manos es fundamental para detener la propagación de la infección en los hospitales, eso lo saben todos los que trabajan en el campo de la medicina. Los médicos y demás profesionales tienen que esterilizar sus manos antes de ver al paciente, sin embargo la mano de los médicos no es el único medio de transmisión de bacterias.
El estetoscopio, una de las herramientas básicas en el kit de un médico, puede tocar decenas de pacientes durante un día, elevando el riesgo de transmisión cruzada de bacterias dañinas. Para comprobar la teoría, Didier Pittet y sus colegas de la Universidad de Ginebra.
El estudio publicado en “Mayo Clinic Proceedings” informa que la ‘membrana’ del estetoscopio, la parte circular que entra en contacto con la piel del paciente, fueron en promedio más contaminados.
Las recomendaciones que dan los investigadores es esterilizar el estetoscopio con alcohol u otro método después de ver a cada paciente y no sólo eso, sino también lavarse las manos luego de ver a cada paciente y se si usa guantes, cambiar los guantes de paciente a paciente.
Para comprobar que los estetoscopios son en realidad una amenaza en la difusión de la infección, el equipo de Pittet pidió a tres médicos diferentes llevar a cabo un examen estándar de un total de 33 pacientes hospitalizados en diferentes áreas, esterilizando sus estetoscopios y poniéndose los guantes para cada uno de ellos.
Al final de la evaluación médica se pudo observar que los médicos tenían en sus guantes la mayor concentración de bacterias seguidas por las ‘membranas’ de sus estetoscopios. Lo que demostró que ambas superficies eran propensas a recoger bacterias de los pacientes.
Entre los planes de Pittet está trabajar en un mejor limpiador de estetoscopio, ya que una simple toalla húmeda no es suficiente para asear los instrumentos.