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Las autoridades italianas tomaron el miércoles una serie de medidas para frenar la preocupante contaminación ambiental, entre ellas descender en 20 kilómetros/hora el límite de velocidad dentro de las ciudades y la sustitución de autobuses obsoletos.
Las medidas fueron anunciadas por el ministro de Medio Ambiente, Gian Luca Galleti, al término de una reunión extraordinaria que trata el problema de la elevada contaminación debido a la presencia de partículas finas que afectan la salud de los habitantes.
Desde este lunes, las mayores ciudades de Italia, entre ellas Milán, Turín, Roma y Nápoles, tuvieron que restringir el tráfico a causa del alto nivel de contaminación del medioambiente registrado en diciembre.
La falta de lluvia, el tiempo seco y la ausencia de vientos desde hace más de 40 días contribuyó al aumento de la contaminación, con un nivel de partículas finas que supera el nivel de alerta de 50 mg por m3 recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Milán y Pavía (norte), la circulación total de vehículos fue prohibida de lunes a miércoles. En Roma, una medida similar fue puesta en vigor el lunes y el martes pero con tráfico de placas alternas.
Pese a esas medidas extraordinarias los niveles de contaminación no se han modificado, lo que genera desconcierto en las autoridades y la población.
Si bien el transporte público es gratuito o muy económico, las autoridades decidieron bajar los límites de velocidad dentro de las ciudades, reducir dos grados la temperatura de la calefacción en edificios públicos y privados, y sustituir los autobuses obsoletos por nuevos con la esperanza de obtener resultados concretos.
Las medidas cuentan con un presupuesto de 12 millones de euros (13.1 millones de dólares) y deberán animar a la gente a usar el transporte público y la bicicleta.
Italia creó un comité para la coordinación de medidas para el medioambiente, el cual deberá elaborar “una estrategia a medio plazo” para luchar contra la contaminación, que dispondrá de un presupuesto de 405 millones de euros (442 millones de dólares) en tres años.
Según el último informe de la Agencia Europea para el Medio Ambiente, las partículas finas causaron en Italia 59.500 muertes prematuras en 2012, un récord en Europa.
Varios programas radiales han recordado que en 2015 se registró un aumento “misterioso” de la mortalidad en Italia, del 11%, comparable solo al de los años 40, en plena Segunda Guerra Mundial.
Si bien no existen datos científicos, se estudia la posibilidad de que se trate de un fenómeno causado entre otros motivos por el deterioro de las condiciones de vida, entre ellas el aire contaminado, los alimentos menos sanos y la menor prevención médica por la crisis económica.
Fuente: AFP