LONDRES: (EFE).- Un equipo internacional de científicos publica hoy en la revista “Nature” un método que permite medir la capacidad de los arrecifes de coral para recuperarse de los daños que causa el aumento de la temperatura en los océanos.
El calentamiento de las aguas por el cambio climático es una de las amenazas más graves que afrontan los arrecifes de coral, que sufren una severa decoloración ante el calor excesivo y pueden llegar a morir.
Investigadores australianos, británicos y franceses han determinado por primera vez cuáles son los factores que permiten predecir si los corales se recuperarán después de un episodio de decoloración o bien si los daños serán permanentes.
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EL MÉTODO
El estudio se basa en la información recogida durante casi dos décadas en las islas Seychelles, donde en 1998 se registró un blanqueamiento de los corales en 21 arrecifes a raíz del fenómeno climático de El Niño.
“La profundidad de las aguas, la estructura física del arrecife antes de la perturbación, el nivel de nutrientes, los daños causados por los peces y la supervivencia de los corales jóvenes pueden ayudar a predecir la recuperación de un arrecife”, afirmó Nicholas Graham, del Centro ARC para Estudios sobre los Arrecifes de Coral de la Universidad James Cook de Australia.
Tras el episodio de las Seychelles, tan solo 12 de los arrecifes se recuperaron, mientras que los otros se perdieron, una situación que tuvo un grave impacto en la biodiversidad de la zona.
AGUAS PELIGROSAS
A partir de aquella experiencia, los científicos han podido cuantificar los umbrales a partir de los cuales el coral no recupera su estado original.
El trabajo de Graham y sus colegas servirá para mejorar las acciones preventivas destinadas a evitar que un calentamiento de las aguas por encima de la media dañe los arrecifes de coral.
“Conocer los umbrales a partir de los cuales los arrecifes se degradan o se recuperan ayuda a predecir su evolución futura ante el cambio climático”, señaló el científico australiano.
Los autores resaltaron que el conocimiento sobre la capacidad de recuperación de los corales cobrará aún mayor relevancia en los próximos años, cuando se prevé que aumenten los episodios de calentamiento de las aguas que ponen en peligro los arrecifes.