(EFE)
Especialistas de 31 países alertaron que cada año 120 millones de personas sufren enfermedades gastrointestinales y 50 millones padecen afecciones respiratorias graves por nadar y bañarse en océanos y mares contaminados.
Por tal motivo, especialistas, científicos y políticos acordaron contribuir a aumentar la protección de los mares y fomentar el 'crecimiento azul' (blue growth), que propone utilizar de manera sostenible el océano como una oportunidad económica.
Después de tres días de reuniones en la conferencia EurOcean 2014, los participantes firmaron la ‘Declaración de Roma’, con la que se comprometen a desarrollar un plan para los próximos cinco años, con una supervisión de los océanos más amplia e integrada en la que Europa “tomará la iniciativa”.
El EurOcean 2014 reunió a 340 científicos, políticos y expertos para examinar la relación entre los océanos y la salud humana, convocados entre otros por el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea, así como por instituciones privadas.
Uno de los participantes en el encuentro, el profesor de Zoología de la Universidad de Salento (sudeste de Italia), Fedinando Boero, explicó a Efe que las consecuencias de un crecimiento no sostenible no son sólo para el medio ambiente, sino que también suponen importantes daños en la salud de las personas.
“Si contaminamos los mares, comeremos alimentos contaminados”, destacó. Además, el profesor criticó que “se dediquen más esfuerzos a investigación para buscar vida en otros planetas que a proteger la vida en este”.
Pero al mismo tiempo se mostró esperanzado e indicó que la comunidad científica conoce el camino a seguir, que pasa por involucrar a la ciudadanía y concientizarla para que entienda la importancia de los océanos.
Apuntó que los océanos suponen el 70 % de la riqueza natural del planeta y ofrecen una cantidad “aún por descubrir” de bienes y servicios. Entre ellos, están el potencial para el turismo, el desarrollo de las energías limpias, la enorme superficie que conforman para producir alimentos y el papel regulador que ejercen sobre el clima.