GINEBRA. Un sistema inalámbrico que envía señales desde el cerebro para soslayar una lesión en la médula espinal permitió a dos monos recuperar el control de miembros inferiores paralizados, según un informe publicado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza).Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Denominado interfaz neuroprostético, el sistema fue desarrollado por un equipo internacional encabezado por investigadores de la escuela suiza, precisa un comunicado, y próximamente podrá ser probado para tratar casos de parálisis en humanos.
“Por primera vez, puedo imaginar a un paciente completamente paralizado ser capaz de mover sus piernas a través de esta interfaz cerebro-columna vertebral”, asegura Jocelyne Bloch, neurocirujana del Hospital Universitario de Lausana, citada en el comunicado.
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Este sistema consiste en implantes con un descodificador que recibe las señales de la parte de la corteza motora del cerebro, responsable de los movimientos.
De ahí las envía de forma inalámbrica a la región lumbar de la columna vertebral que activa los músculos de la pierna para caminar.
En los casos con monos, en el 2015, la interfaz pudo enviar las instrucciones de movimiento soslayando el área dañada de la columna que provoca la parálisis.
Uno de los monos recuperó parcialmente el uso de su pata paralizada en la primera semana luego de la implantación del sistema, sin necesidad de terapia.
El otro necesitó dos semanas para lograr el mismo resultado, explica el semanario “Nature”, que publicó los resultados de la experiencia.
Según el científico Andrew Jackson, de la universidad de Newcastle (Gran Bretaña), citado por “Nature”, es posible “que se puedan realizar los primeros ensayos clínicos” en el hombre “antes de que finalice esta década”.
La idea de la interfaz fue concebida en la Escuela Politécnica Federal de Lausana y desarrollada con participación internacional de, entre otros, la universidad estadounidense Brown, el instituto alemán Frauenhofer ICT-IMM y el grupo de tecnología médica Medtronic.
Fuente: AFP