EE.UU. Científicos que trabajan con el telescopio espacial Hubble confirmaron que Ganímedes, una de las lunas que orbita a Júpiter, alberga un océano bajo su superficie congelada, anunció el jueves la NASA.
El hallazgo resuelve uno de los misterios sobre la luna más grande del Sistema Solar, después de que la sonda Galileo, ahora desactivada, entregó señales de que Ganímedes contaba con un océano tras una misión de exploración a Júpiter y a los cuerpos que lo orbitan entre 1995 y el 2003.
Al igual que la Tierra, Ganímedes cuenta con un núcleo de hierro líquido que genera un campo magnético, aunque el área está supeditada al propio campo magnético de Júpiter.
Este factor establece una dinámica interesante que arroja ciertas señales visibles para los expertos: unas bandas dobles de una aurora brillante alrededor de los polos norte y sur de Ganímedes.
Dado que Júpiter rota, su campo magnético se desplaza y provoca que la aurora de Ganímedes se agite.
Los científicos midieron este movimiento y consideraron que era insuficiente, por lo que usaron modelos computarizados y descubrieron bajo la superficie de la luna un océano salado capaz de conducir energía y contrarrestar el efecto del campo magnético de Júpiter.
“Júpiter es como un faro cuyo campo magnético cambia debido a la rotación. Ejerce influencia sobre la aurora”, explicó el geofísico Joachim Saur, de la Universidad de Colonia en Alemania. “Gracias al océano, la agitación es significativamente menor”, agregó.
Los científicos trabajaron con más de 100 modelos computarizados para determinar si algún otro factor podía tener un impacto sobre la aurora de la luna. También realizaron una serie de observaciones de siete horas con el telescopio Hubble y analizaron los datos de los dos cinturones de la aurora.
Según las investigaciones, se estima que el océano de Ganímedes tiene una profundidad de unos 100 kilómetros, 10 veces más que los mares de la Tierra, y que la masa de agua se encuentra bajo una corteza de unos 150 kilómetros compuesta mayormente de hielo.
“Es un paso más hacia el descubrimiento de un ambiente habitable y rico en agua en nuestro Sistema Solar”, dijo Heidi Hammel, miembro de la Asociación de Universidades para la Investigación Astronómica (Washington, EE.UU.).
Pero eso no es todo, científicos reportaron el miércoles que una de las lunas de Saturno, Encélado, alberga aguas termales bajo su superficie de hielo. Además, otras dos lunas de Júpiter han sido identificadas como cuerpos celestes con agua: Europa y Calisto.
Fuente: Reuters